El 21 de mayo por el presidente de Conferencia Episcopal Polaca, arzobispo Stanisław Gądecki. Monseñor Stanisław Gądecki junto con monseñores Wojciech Polak, primado de Polonia, y Stanisław Budzik, arzobispo metropolitano de Lublin, visitaron Ucrania. La delegación de arzobispos polacos fue la primera delegación de jerarcas católicos de rango tan alto en el país devastado por la guerra.
Al resumir el viaje a Kiev y Lviv, donde los obispos polacos hablaron con los católicos, greco-católicos y ortodoxos, el arzobispo Gądecki subrayó que era «un deseo natural estar con los más débiles; con los que necesitan más que los fuertes». El presidente de Conferencia Episcopal Polaca también señaló que la guerra en Ucrania es de naturaleza una agresión fratricida y que, como resultado de la agresión rusa, los ucranianos de habla rusa son los que más sufren.
En el mismo espíritu, el primer día de la guerra, el 24 de febrero, la Iglesia en Polonia, en un comunicado del monseñor Stanisław Gądecki, condenó las acciones de Rusia y Vladimir Putin, declarándolas «un acto de barbarie inaceptable y vergonzoso, dirigido contra la soberanía y la libertad de un Estado independiente».
Postura igualmente firme fue pronunciada en las dos cartas dirigidas por el presidente del episcopado polaco al patriarca ortodoxo de Moscú y toda Rusia, Kirill. La respuesta rusa a la primera, fechada el 14 de febrero, relativa a alejar el espectro de la guerra, se mantuvo en el tono de una exigencia a los obispos polacos para disuadir a los políticos polacos de hacer «declaraciones agresivas sobre Rusia y la guerra».
La segunda carta, enviada el 2 de marzo, quedó sin respuesta. En el documento, el arzobispo Stanislaw Gądecki pide explícitamente al Patriarca Kirill que haga un llamamiento a Vladimir Putin para que retire las tropas rusas de Ucrania. Otro llamamiento se refería a influir en los soldados rusos para que, según escribió el presidente del episcopado, «no participen en una guerra injusta, para que se nieguen a cumplir las órdenes que dan lugar a numerosos crímenes de guerra». «En cuanto a la actitud del patriarca en sí, es extraordinariamente antievangélica y en ningún caso puede justificarse por el Evangelio», valoró el arzobispo Stanisław Gądecki a mediados de abril. Especialmente la segunda carta del obispo polaco recibió una amplia ola de apoyo entre los representantes de las iglesias de los países europeos.
Polonia también destacó las numerosas visitas a Ucrania del Limosnero Papal, el cardenal Konrad Krajewski. El Jueves Santo, celebró la misa de la Cena del Señor en la iglesia de San Nicolás de Kiev, atendida por los Misioneros Oblatos. El Viernes Santo, el emisario del Santo Padre estuvo en Borodzianka, donde rezó ante las fosas comunes de las víctimas de la masacre rusa de civiles. El cardenal Krajewski también participó en las entregas de ayuda material y humanitaria en Ucrania.
La Iglesia y los refugiados
Durante los tres meses de guerra, 3,5 millones de personas que huían de Ucrania encontraron refugio en Polonia. Según las estimaciones de las autoridades polacas, todavía hay unos dos millones de vecinos del este en el país. La acogida de un número tan elevado de recién llegados, considerando ausencia de campos de refugiados parecidos a estos conocidos de otros países, no habría sido posible sin el compromiso de miles de familias corrientes y voluntarios que acogen en sus casas a los que huyen de la guerra. Sin embargo, lo más común fueron los gestos de solidaridad en forma de apoyo material a diversas iniciativas humanitarias, incluidas las coordinadas por la Iglesia.
Según un informe de abril del Instituto de Estadísticas de la Iglesia Católica, las parroquias y órdenes religiosas de Polonia donaron casi 250 millones de zlotys para ayudar a los refugiados de Ucrania. Se proporcionó alojamiento a 319.000 personas y se atendió a más de 145.000 niños. También a mediados de abril, Cáritas Polonia anunció que había recaudado más de 100 millones de zlotys en ayuda para Ucrania. Sólo esta organización cuidó y apoyó a miles de niños ucranianos, incluidos los huérfanos de los orfanatos. A mediados de junio, en Varsovia, representantes de Cáritas Europa y Estados Unidos participarán en el Foro de Caridad (pol. Forum Dobroczynności) dedicado a la ayuda a Ucrania.