(Agencias/InfoCatólica) El habló de la difícil situación consecuencia de la guerra que desde hace ya más de tres meses ha crucificado a Ucrania provocando muerte y destrucción y que ahora está también afectada por la crisis del trigo, bloqueado en los puertos ucranianos, que adquiere cada vez más protagonismo a nivel diplomático.
«Dirijo un apremiante llamamiento para que se hagan todo esfuerzo para resolver esta cuestión y para garantizar el derecho humano universal a la alimentación. ¡Por favor, que no se use el trigo, alimento básico, como arma de guerra!»
Uno de los principales graneros del mundo
Ucrania está considerada como uno de los principales «graneros» del mundo y de sus exportaciones de cereales se nutren muchos países, especialmente en Europa, Oriente Medio y África.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, ha advertido de las terribles consecuencias si no se abren los puertos ucranianos, instando a una «solución política» ya que el cierre de los puertos ucranianos en el Mar Negro continúa amenazando la provisión de alimentos y millones de vidas en todo el mundo.
Sin esta solución, la amenaza a la seguridad alimentaria mundial planteada por la guerra en curso resultará en «hambruna, desestabilización de las naciones, así como la migración masiva por necesidad», dijo el Director Ejecutivo del WFP, David Beasley. ‘No abrir esos puertos en el Mar Negro es una declaración de guerra a la inseguridad alimentaria global’.
¿De verdad hay peligro de hambruna?
Sin embargo, cabe preguntarse cómo es posible que se pueda poner en peligro la alimentación de nadie por el conflicto en Ucrania. Se trata del cuarto exportador mundial de maíz y el quinto de trigo. Transporta, a través de sus puertos, cerca de 6 millones de toneladas de cereales y granos al mes. El resto de países productores y exportadores podrían cubrir sin demasiados problemas lo que falte de Ucrania. El verdadero peligro consiste en que se aproveche la situación para especular y subir drásticamente el precio de los cereales, algo que sí afectaría a los países más pobres.
En este momento, Ucrania tiene millones de toneladas de cereales bloqueadas en sus silos y carece de más espacio para almacenar los cereales de las próximas cosechas.
