(ACN/InfoCatólica) La emergencia humanitaria de Ucrania no se veía en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ya hay más de 4 millones de refugiados fuera del país, pero en el interior, 7,1 millones de desplazados han huido de sus hogares en busca de un lugar seguro, principalmente en el oeste. Allí la Iglesia está desbordada. Busca ayuda exterior para poder dar refugio y esperanza a miles de personas que lo han perdido todo.
Diócesis como las de Lviv o Ivano-Frankivsk, junto a numerosas congregaciones religiosas, se están organizando para convertir las parroquias, monasterios y demás dependencias eclesiales en auténticos lugares de acogida. Es un enorme esfuerzo que sería imposible sin el apoyo exterior. Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) envió una primera ayuda de emergencia al inicio del conflicto. Ahora lanza la campaña «Iglesia en Ucrania: Refugio de esperanza». Se trata de una nueva fase, la de sostener a esta Iglesia que se reestructura para acoger sobre el terreno a los que lo han perdido todo. Los primeros proyectos que nos acaban de llegar para esta segunda etapa de ayuda suman cerca de un millón y medio de euros.
La Iglesia se prepara para acoger
ACN quiere contribuir, con la ayuda de los benefactores, a que la Iglesia acondicione sus estructuras para dar refugio a los que llaman a su puerta. Algunos de estos proyectos son siete monasterios pertenecientes a dos congregaciones religiosas masculinas. La Orden Basiliana de San Josafat pertenece a la Iglesia greco-católica ucraniana. En seis de sus monasterios, situados en el oeste de Ucrania, acogen a miles de desplazados, en su mayoría madres con hijos. Tienen que hacer frente a un gran coste de luz, agua, gas, electricidad y bienes de primera necesidad para atenderles. Los Padres Paulinos también están acogiendo a desplazados en su monasterio de Kamyanets. La ayuda para estos monasterios asciende a 83.000 euros.
La región Ivano-Frankivsk alberga a unos 40.000 desplazados internos. Las parroquias de esta zona se han comprometido a acoger a cientos de personas. La Iglesia local pide apoyo a ACN para 10 parroquias de pequeños pueblos, con el fin de hacer frente a los gastos por un período de un mes. Estas comunidades necesitan 30.000 euros para cubrir la ayuda. Y junto con estas parroquias, ACN también quiere apoyar a las Hermanas de la Sagrada Familia, que acogen a refugiados en su monasterio de Hoshiv y a 55 casas y conventos de religiosas, de 19 congregaciones diferentes, que acogen a desplazados en el oeste de Ucrania. La ayuda permitirá instalar fogones de cocina, habilitar las infraestructuras para la acogida y otros gastos básicos para atender a los necesitados, y para que las comunidades religiosas puedan continuar con su misión. Lo destinado a estas casas de religiosas suma un total de 73.200 euros.
Sostener a los que dan consuelo
Ayuda a la Iglesia Necesitada está comprometida a sostener a cerca de 5.000 sacerdotes y religiosos, y 1.350 religiosas repartidos por toda Ucrania. El objetivo es que puedan tener un sustento con el que poder continuar su misión caritativa y evangelizadora entre la población, en estos tiempos de enorme necesidad. Con 130.300 euros se pretende ofrecer una ayuda directa a religiosas de diferentes congregaciones religiosas. Es el ejemplo de 105 Hermanas de María Inmaculada, que cuentan con numerosas casas por todo el país y tienen que hacer frente al enorme incremento de los gastos, para continuar al frente de un orfanato, una guardería, doce centros de día para menores, programas formativos en seminarios y el apoyo pastoral en numerosas parroquias.
Por su parte, los sacerdotes de Ucrania reciben a través de ACN una ayuda directa, a través de estipendios de misas. En esta nueva fase se quiere apoyar a los casi 5.000 sacerdotes con más de 500.000 euros. Este tipo de ayuda directa es fundamental para el sostenimiento de los sacerdotes y sus comunidades.
Ayuda para la pastoral y asistencia social
ACN también quiere facilitar a los sacerdotes y religiosos en Ucrania, los medios que necesitan para sostener física y espiritualmente a su pueblo (vehículos, generadores eléctricos para suministrar energía a sus parroquias, etc.). Es esencial apoyar a sacerdotes, religiosas y laicos con vehículos para que puedan llevar ayuda de primera necesidad a los centros de acogida, y para que puedan seguir impartiendo la pastoral y los sacramentos a comunidades dispersas por la guerra. Se han solicitado 7 coches para las diócesis de Kiev, Stryi, Lviv y Odesa; y 2 autobuses para la pastoral de la diócesis de Lviv y para Cáritas de la Iglesia latina de Lviv.
Un último bloque de ayuda irá destinado a la reorganización y los programas de estudio del seminario del Sagrado Corazón de Jesús de Vorzel, a las afueras de Kiev. El centro fue alcanzado por un proyectil y sus trece seminaristas y diez sacerdotes formadores tuvieron que ser trasladados a Kamyanets, en el oeste de Ucrania. La Iglesia greco-católica ucraniana ha requerido apoyo urgente para comprar objetos litúrgicos con los que dotar a 60 sacerdotes, para que puedan atender pastoralmente a sus fieles, allí dónde están desplazados. Son sacerdotes itinerantes que están dispuestos a ir a las zonas fronterizas y de conflicto, al encuentro de las personas que han huido y de otros que se quedan.
