(ACN/InfoCatólica) Tras el regreso de los cristianos a Nínive, la mayoría de los proyectos estructurales han involucrado la restauración de edificios dañados por el Daesh (Estado Islámico). Sin embargo, la escuela mixta se ha construido desde cero en lo que fue el patio de recreo de la escuela primaria Al-Tahira, también dirigida por las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena.
La escuela de secundaria Al-Tahira, que admitió a sus primeros estudiantes en febrero, tiene instalaciones de última generación distribuidas en tres plantas. Allí se encuentran tres laboratorios de ciencias, un centro de informática, una gran sala de conferencias, biblioteca y capilla.
Tras cinco años de construcción, la escuela es uno de los proyectos más grandes en Irak apoyado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo internacional de ACN, que participará en la ceremonia de apertura junto con otros miembros de la fundación, ha dicho:
«ACN participó desde el comienzo de la iniciativa y ha sido un privilegio trabajar con tantas personas y organizaciones comprometidas para hacer realidad este proyecto, incluida la conferencia de obispos de Austria, apoyada por el gobierno austriaco».
ACN participó en la obtención de más del 80% de los 2 millones de euros necesarios para construir la escuela. Agradeciendo a los benefactores por su incansable apoyo a Irak, el presidente indicó:
«Me gustaría rendir homenaje a la hermana Clara Nas, a las demás hermanas dominicas y a todos aquellos que han trabajado incansablemente para hacer realidad este sueño».
Y agregó:
«En los días más oscuros de la ocupación de la región por Daesh, ¿quién hubiera pensado que solo unos años más tarde estaríamos celebrando la apertura de una nueva escuela?»
Durante la visita de una delegación de ACN a la escuela el mes pasado, la hermana dominicana Huda dijo que la escuela trata de ayudar a asegurar un futuro para los cristianos en un país donde el número de bautizados ha caído drásticamente. Se calcula que de más de un millón antes de 2003 habrían descendido a 150.000 hoy.
«Estamos construyendo el carácter de los estudiantes para que sean líderes en la sociedad, asumiendo la responsabilidad y desarrollando un plan para permanecer en este país. La presencia de las religiosas y de esta escuela aquí son signos de esperanza y dan a la gente una razón para quedarse», ha asegurado la hermana Huda.
La estudiante Rameel Rabu Wadi, de 16 años, dijo a ACN:
«Con edificios como este y la oportunidad de estudiar bien, sentimos que tenemos un gran futuro aquí. Muchas gracias por apoyarnos.»