(Kath/InfoCatólica) El incidente tiene una larga y triste historia: oficialmente, desde hace más de un año, se está librando una disputa entre una parte del «Kirchenpflege» (la administración de la parroquia nombrada por elección de los feligreses según el sistema dual suizo) y su párroco, que depende de la administración laica en muchos ámbitos cotidianos. Esta última, por ejemplo, publica el boletín parroquial, en el que recientemente dejó de publicar las misas del párroco; la página web, que antes era actualizara por el sacerdote, fue simplemente retirada de la red.
En realidad, se trata de un grupo de más de un centenar de feligreses que lleva unos cuatro años luchando contra el rumbo del padre Adam, que en su opinión es demasiado conservador, con el respaldo del obispo responsable de Basilea, Felix Gmür. En otoño de 2020, había limitado la adscripción del padre Adam en su diócesis hasta el final del año. Sin embargo, la decisión fue revocada por Roma -tras una denuncia del sacerdote- y el obispo la ha recurrido ante el máximo tribunal eclesiástico. Hasta ahora, se ha procedido así.
El consejo parroquial, que en opinión del sacerdote ha sido elegido ilegalmente, decidió recientemente por mayoría que el padre Adam tendría que terminar su trabajo en la parroquia a finales de febrero. Sin embargo, siguió celebrando misas en las iglesias parroquiales durante la Cuaresma, con el apoyo del presidente del consejo parroquial, Daniel Ric, que se puso de su parte.
El sábado 2 de abril, la tensa situación se agravó por primera vez cuando el obispo vicario de Basilea, Valentine Koledoye, se presentó en persona en el pueblo e interrumpió la Misa de víspera que se estaba celebrando, causando una gran conmoción. Como consecuencia, los laicos del consejo parroquial contrataron un servicio de seguridad para el fin de semana siguiente, y finalmente se le negó la entrada al sacerdote. No está claro cómo continuará la disputa legal, pero es evidente lo que el controvertido sistema dual suizo puede hacer a una parroquia.