(LifeNews/InfoCatólica) A través de su mensaje de perdón y esperanza, un grupo de mujeres post-abortistas ayudó a cuatro madres a elegir la vida para sus bebés no nacidos la semana pasada fuera de un centro de aborto de Mississippi.
Live Action News informa que Serena Dyksen, fundadora del ministerio de sanación post-aborto She Found His Grace, organizó el evento del 15 de abril con varios otros grupos pro-vida fuera de la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, la única instalación de aborto en Mississippi.
En la acera, las mujeres compartieron sus testimonios, muchas de ellas con carteles que decían «Mi elección tiene un nombre» sobre los nombres de sus bebés abortados.
Dyksen dijo a Live Action que su grupo habló con hombres, mujeres y trabajadores del sector del aborto, y que cuatro madres cancelaron sus citas para abortar ese día. Dijo que una trabajadora de abortos también escuchó sus historias y decidió dejar su trabajo.
«Se trata de voces post-abortistas y sanadas que se levantan y recuperan la tierra», dijo al medio de comunicación provida.
Afirmó que las mujeres y los hombres post-abortistas son «la voz más fuerte para ayudar a acabar con el aborto», y que están cambiando la cultura.
En un video del evento publicado en Internet, una mujer testificó sobre cómo luchó con el dolor y el arrepentimiento de su aborto durante mucho tiempo antes de encontrar el perdón en Cristo.
«La verdad es que mi bebé se convirtió en un sacrificio en vida por mi propia voluntad egoísta para poder vivir como quería sin restricciones», dijo la mujer.
Sosteniendo un cartel con el nombre de su hija abortada, Mercy Jubilee, mientras estaba sentada en el centro de abortos dijo que después de su aborto se sentía «entumecida y sin emociones». Contó que los trabajadores de la clínica de abortos no querían que viera la imagen de la ecografía de su bebé por nacer y, cuando insistió, se la mostraron.
Inmediatamente después del aborto, dijo que sintió alivio y dolor, pero con el paso del tiempo, comenzó a ahogar su dolor en el alcohol y la promiscuidad. Entonces, un día, dijo que Jesucristo cambió su vida, y encontró la sanación y el perdón por acabar con la vida de su bebé. «Dios ha tomado mi dolor y lo ha convertido en un propósito, y por eso ya no guardo silencio».
Otras madres post-abortistas también compartieron sus historias en el evento, incluyendo mujeres de las organizaciones pro-vida Not Forgotten Ministries, Arise Daughter, PATH (Post-Abortion Transformation & Healing), H3Helpline y Journeys of Choice.
El centro de abortos de Mississippi donde compartieron sus testimonios está en el punto álgido de un importante caso de aborto que podría anular el caso Roe v. Wade. El Tribunal Supremo de Estados Unidos vio el caso en diciembre, y se espera un fallo este verano, probablemente en junio.
Desde el caso Roe, en 1973, más de 63 millones de bebés no nacidos han sido asesinados e innumerables madres y padres perjudicados por abortos supuestamente «seguros y legales».
