(Aica/InfoCatólica) Francisco volvió a abordar el tema de la guerra y añadió que es «siempre una acción humana que conduce a la idolatría del poder». El Santo Padre reflexionó sobre las guerras y de la «tentación de una falsa paz, basada en el poder, que luego lleva al odio y a la traición a Dios».
«La paz de Jesús, nunca es una paz armada»
El pontífice citó el libro del autor ruso Fiodor Dostoievski, «La Leyenda del Gran Inquisidor», que definió como «siempre actual» porque «representa la lógica mundana». Francisco también rechazó la idea de la «paz armada»: «La paz de Jesús no domina a los demás, nunca es una paz armada, ¡nunca!», dijo en la parte final de la audiencia.
Francisco pidió además a los fieles que en estos días se pongan ante el crucifijo para pedir «la paz del corazón y la paz en el mundo». Por ello, el pontífice indicó que «mientras que el poder mundano trae destrucción y muerte, la paz de Cristo edifica la historia, transformando los corazones de los que acogen su presencia salvadora».
El Santo Padre dedicó su catequesis semanal a la «paz de la Pascua» y explicó que la palabra Pascua significa «paso». La Pascua «es, sobre todo este año, la ocasión bendecida para pasar del dios mundano al Dios cristiano, de la codicia que llevamos dentro a la caridad que nos hace libres, de la espera de una paz llevada con la fuerza al compromiso de testimoniar concretamente la paz de Jesús», señaló el Papa.
«La paz que Jesús nos da en Pascua no es la paz que sigue las estrategias del mundo, que cree obtenerla por la fuerza, con las conquistas y con varias formas de imposición. Esa paz es solo un intervalo entre las guerras, lo sabemos bien», destacó el Papa.
