(Kath/InfoCatólica) El Nuncio Apostólico en Berlín, Arzobispo Nikola Eterović, en un importante saludo a la Marcha por la Vida de Múnich comunicó: «Vosotros, queridos participantes en la Marcha por la Vida, dan testimonio visible hoy de que el derecho a la vida debe aplicarse absolutamente y siempre...».
A continuación las palabras del arzobispo el pasado sábado 19 de marzo de 2022 en este importante evento: en defensa de la vida y la familia:
«No tengáis miedo» (Mt 1,20).
¡Queridos participantes en la «Marcha por la Vida»!
Hoy, en la solemnidad de San José, te propones defender la cultura de la vida. El Esposo de la Santísima Virgen María es un ejemplo de lo que significa el amor y la responsabilidad, que también incluye la renuncia, pero también es un ejemplo para que los cristianos seamos y actuemos con justicia y bien.
En el Evangelio de Mateo, dice para la fiesta de hoy que José no debe tener miedo de aceptar a María como su esposa y al niño que esperaba del Espíritu Santo, nuestro Señor Jesucristo. En las Sagradas Escrituras, no es raro que los ángeles tengan que decirle a la gente lo que es bueno y correcto. Y también a San José, de quien se cuenta: «Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado» (Mt 1,24a).
No es fácil, en este momento, insistir en el derecho a la vida de los que no tienen voz audible, que todavía son mudos porque no han visto aún la luz de este mundo, que en muchos aspectos aparece como al principio de la creación, cuando estaba «desolado y confuso» (Gn 1,1). Pero también muchas personas callan en la enfermedad y la vejez y no solo necesitan nuestra ayuda, sino que también hay que velar por su vida, aunque la luz de la vida sólo brille tenuemente.
El Santo Padre Francisco nos anima a mantener un diálogo vivo entre generaciones, porque una sociedad que sólo tiene «espíritu de despilfarro y tira a muchos niños no deseados, también tira a los ancianos: tíralos, no son necesarios» (Discurso en la Audiencia, 6 de marzo de 2022).
Si vosotros, queridos participantes en la «Marcha por la Vida», dais hoy un testimonio visible de que el derecho a la vida debe ser incondicional y siempre válido, podéis hacerlo con la mirada puesta en Jesucristo, que es el único capaz de llevar la luz a muchos desde el caos de la vida humana, pues Él dice: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en la tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Jn 8,12). A la luz de Cristo, pongámonos en marcha y defendamos la vida en su dimensión humana desde el primer momento hasta el último aliento.
San José, patrón de la Iglesia, se caracteriza por un silencio enérgico, según la tradición de las Sagradas Escrituras. No se sabe nada de él, pero sus actos hablan por sí mismos. Por eso, no solo anunciemos el Evangelio, sino que demos testimonio de él viviendo una vida cristiana, cada uno en el lugar donde vive y trabaja.
Hoy, cuando des un rostro a la protección de la vida y una voz a los silenciosos, hazlo con amabilidad y gracia. Este tiempo está marcado por la falta de perdón, la ceguera y también el odio, que lleva a la guerra. En Ucrania, innumerables personas sufren la cruel invasión del ejército ruso. Da tu aliento a las madres y a los niños, los silenciosos del país, en todos los países, para que recen y protesten contra la injusticia.
Que la Santísima Virgen y Madre de Dios María, Reina de la Paz, interceda ante Dios por nosotros para que se tome conciencia de la plenitud de vida que su Hijo y Señor Jesús quiere traer, pues «ha venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10). Gracias por su testimonio. Que Dios te bendiga. «¡No tengas miedo!» (Mt 1,20).
Berlín en la solemnidad de San José, 19 de marzo de 2022
Nuncio Apostólico Arzobispo Dr. Nikola Eterović