(ACI Prensa/InfoCatólica) Al culminar el rezo del Ángelus este domingo 6 de marzo, el Papa Francisco realizó un nuevo llamado por la paz en Ucrania. Reparó: «En Ucrania corren ríos de sangre y lágrimas. No se trata solo de una operación militar, sino de una guerra, que siembra muerte, destrucción y miseria».
El Santo Padre se lamentó por el número de víctimas que va en aumento, «al igual que las personas que huyen, especialmente las madres y los niños» de modo que «la necesidad de ayuda humanitaria en este atormentado país crece dramáticamente cada hora».
«Dirijo encarecidamente un llamado para que se aseguren los corredores humanitarios y que se garantice y facilite el acceso de la ayuda a las zonas asediadas, para proporcionar un socorro vital a nuestros hermanos y hermanas oprimidos por las bombas y el miedo» dijo.
Asimismo, el Pontífice expresó su agradecimiento a todos aquellos que han estado ofreciendo ayuda y acogida a los refugiados e imploró que «cesen los ataques armados y que prevalezcan la negociación y el sentido común. Y se vuelva a respetar el derecho internacional».
El Papa Francisco, quien también informa que recientemente fueron enviados dos cardenales a Ucrania para ayudar, afirmó: «La Santa Sede está dispuesta a todo, para ponerse al servicio de esta paz».
Explica que la presencia de ambos cardenales (Cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio y Cardenal Michael Czerny, prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral) representa a «todo el pueblo cristiano que quiere acercarse y decir: ‘‘¡La guerra es una locura! ¡Deténganse, por favor! ¡Miren esta crueldad!’’».
El Papa agradeció también a «los periodistas, que para garantizar la información están arriesgando su vida: ¡gracias, hermanos y hermanas, por este servicio! Un servicio que nos permite estar cerca del drama de esa población y nos permite evaluar la crueldad de una guerra».
Finalmente, comunicó: «Gracias, hermanos y hermanas. Recemos juntos por Ucrania: tenemos sus banderas frente a nosotros. Recemos juntos, como hermanos, a Nuestra Señora, Reina de Ucrania» y rezó un Ave María junto la enorme cantidad de fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano.