(Katolisch/Infocatólica) En una declaración publicada el lunes, la cúpula de la Iglesia, el Santo Sínodo, reafirmó la «soberanía estatal y la integridad territorial» de Ucrania e hizo un llamamiento al Patriarca de Moscú, Kirill, para que exija a los dirigentes estatales el cese inmediato de las hostilidades. Hasta ahora, el patriarca ruso ha utilizado palabras generales para deplorar la «desgracia» en Ucrania, pero no ha utilizado las palabras «ataque» o «guerra».
«Vivimos con tristeza y dolor la guerra que ha llegado a nuestra patria ucraniana», decía la declaración de la UOK, tradicionalmente prorrusa. Los combates continúan en casi toda Ucrania, «mueren guerreros y civiles», el número de refugiados aumenta. «La alerta general por las armas nucleares pone en cuestión la existencia futura de la humanidad y del mundo en su conjunto», advierte la cúpula de la Iglesia en relación con el anuncio de Putin.
Apela filialmente al Patriarca de Moscú:
«Le pedimos que aumente nuestras oraciones por el sufrido pueblo ucraniano, que pronuncie su palabra de sumo sacerdote para que cese el derramamiento de sangre fratricida en suelo ucraniano, y que pida a los dirigentes de la Federación Rusa que cesen inmediatamente las hostilidades que ya amenazan con convertirse en una guerra mundial.»
«Pecado de enfrentamiento armado»
Asimismo, la cúpula eclesiástica se dirigió también de forma conjunta al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y al ruso, Vladimir Putin:
«En nombre del millón de miembros de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, les pedimos que hagan todo lo posible para poner fin al pecado de la confrontación armada entre nuestros dos pueblos hermanos y que inicien el proceso de negociaciones. Si el derramamiento de sangre continúa sin cesar, la brecha entre nuestros pueblos podría permanecer para siempre».
Además, la UOK aseguró su apoyo al pueblo de Ucrania. Sus iglesias y monasterios prestaron ayuda a los refugiados y otros necesitados de la guerra, abriendo sus puertas las 24 horas del día a quienes buscaban protección. Expresa su esperanza de que «la razón se imponga y esta guerra termine pronto». Las personas deben ayudarse mutuamente y no dejarse provocar por las hostilidades. «Rezamos para que el Señor ilumine a los gobernantes con la luz de su gracia». Entonces, en un futuro próximo, «la paz de Dios volverá a reinar en nuestra bendita tierra ucraniana», concluyen los líderes de la iglesia.
Cerca del 60% de los más de 41 millones de ucranianos profesan el cristianismo ortodoxo. Sin embargo, pertenecen a dos iglesias diferentes: la «autónoma» UOK, que pertenece al Patriarcado de Moscú y está dirigida por el Metropolitano Onufri -a la que pertenecen la mayoría de los fieles ortodoxos-, y la independiente «Iglesia Ortodoxa de Ucrania» (OKU), fundada a finales de 2018 y dirigida por su Metropolitano Epifanio, que está sujeta al Patriarcado de Constantinopla y no está reconocida por el Patriarcado de Moscú. En la actual situación de guerra, ambas iglesias se han expresado «patrióticamente» en nombre de Ucrania.