(ACIPrensa/InfoCatólica) El próximo fin de semana se estrenará la cinta titulada «To believe» (Creer) gracias a EWTN, la cadena católica más grande del mundo, cuyo contenido alcanza más de 390 millones de hogares alrededor del mundo. Este largometraje fue producido en la ciudad de Kiev, que actualmente se encuentra siendo atacada por fuerzas militares de Rusia.
La cinta está destinada a mostrar cómo ha sido la persecución comunista contra los católicos en Ucrania, y fue escrita y producida nacionalmente. Se transmitirá el sábado 26 y domingo 27 de febrero a las 10:00 p.m. (hora este de Estados Unidos) y el martes 1 de marzo a las 3:00 a.m.
El filme, con duración de una hora, tendrá subtítulos en inglés, aunque sus productores afirman que lo que expresa es «tan claro que la audiencia no necesitará de los subtítulos para comprender la trama».
La cinta nos trae la historia (un caso de la vida real) del padre Sebastian Sabudzinski y las familias de su comunidad, congregadas alrededor de una pequeña parroquia durante la persecución del régimen comunista.
Al inicio del filme, se puede apreciar cómo un grupo de sacerdotes se encamina a un bosque, lugar donde se les ofrece una última oportunidad de renunciar a su religión. Todos se niegan a esto, por lo que son asesinados.
No obstante, una nota de EWTN explica: «la historia realmente comienza en 1953 cuando un hombre que fue apartado de su familia cuando era joven y llevado a un campo de concentración donde estuvo 30 años, vuelve a casa. La cinta regresa luego a 1921 y a los eventos que hicieron que estuviera ese tiempo en un campo de concentración».
Del mismo modo, en los créditos de la película se indica que está basada en «hechos reales y en historias de personas de carne y hueso». «Está dedicada a quienes preservaron su fe durante la larga noche del comunismo».
Durante la película, también se llega a oír «la propaganda comunista como la escucharon quienes la padecieron, cuando los comunistas les ofrecieron un mundo en donde nadie sería rico o pobre, sino todos iguales».
Se incluyó del mismo modo la «propaganda en los campos de concentración, donde se cantaba las glorias de la Unión Soviética en los parlantes, donde los prisioneros ya no tenían un nombre sino un número, y en donde ya no tenían voz, sino que debían obedecer a las órdenes rápido y en silencio».
La represión en Siberia también tiene un espacio de representación dentro del filme, represión que se dio por «asistir a un servicio de oración, usando una medalla o portando una Biblia, y la agonía de quienes no sabían si un ser querido estaba vivo o muerto».
La película nos permite ver un poco más de cerca acciones heroicas y posiciones valientes que mantuvieron los católicos en Ucrania al no haber renunciado a su fe, muchos que sobrevivieron a la época y otros que fueron asesinados, teniendo siempre por delante que «la fe y el amor a Dios fueron más fuertes que el miedo».