(AIN/InfoCatólica) Según explica Fides, el centro estaba en medio de una polémica promovida por radicales hinduistas. Estos habían presentado una denuncia en la que afirmaban que su construcción hace 40 años era ilícita, y pedían su demolición. El asunto se iba a juzgar este lunesm 14 de febrero.
Hasta entonces, el Comisario Adjunto del distrito de Dakshina Kannada, K. V. Rajendra, había emitido una orden prohibiendo a cualquier persona el acceso al recinto. Sin embargo, nueve días antes, a las 11 de la mañana hora local, los atacantes entraron con un bulldozer en el recinto y derribaron buena parte de su edificio principal.
«Hasta que se haga justicia»
«Este acto va contra la ley, es un abuso de poder y una violación de una orden clara emitida por el Tribunal», denunciaron en declaraciones al medio local Mangalorean varios miembros del equipo directivo del centro, encabezados por su presidente, Anthony Prakash Lobo. Han presentado una denuncia ante la Policía por la demolición, realizada «sin ninguna justificación legal». Y aseguran que lucharán «hasta que se haga justicia».
El excongresista estatal J. R. Lobo, el responsable de Relaciones Públicas de la diócesis de Mangaluru, Roy Castelino; el comisario asistente de Policía Mahesh Kumar y los líderes comunitarios Stany Alvares y Lawrence D’Souza visitaron el recinto tras conocerse la noticia.
Esta vez se cumplió la amenaza
Este suceso recuerda a lo ocurrido en septiembre en el estado de Madhya Pradesh. Allí, miembros de la organización radical hinduista Vishwa Hindu Parishad (VHP, Consejo Hindú Mundial) dio un ultimátum al Gobierno estatal, del partido nacionalista BJP, para demoler todas las iglesias cristianas de áreas tribales antes del 26 de septiembre. También alegaban que eran construcciones ilegales.
Sin embargo, la amenaza se hizo pública y esto obligó a las autoridades a no ordenar el derribo ni permitirlo. Sí comenzaron a investigar a decenas de líderes cristianos, incluidos sacerdotes y pastores, siguiendo una lista elaborada por el VHP. Los hinduistas los acusaban de promover conversiones de forma ilegal, mediante incentivos.
Religiosa detenida
Desde entonces, proyectos de varias congregaciones religiosas han sido denunciados por supuestamente promover conversiones forzosas. El último caso es el de las Franciscanas Hermanas del Inmaculado Corazón de María. En esta ocasión, los radicales se han aprovechado del suicidio de una joven de 17 años, acogida en su centro de Thanjavur (estado de Tamil Nadu), el 19 de enero.
La joven había perdido a su madre hace ocho años, y la relación con su madrastra era problemática. Sin embargo, apoyándose en un vídeo en el que la joven contaba que hace dos años no había querido hacerse cristiana, las autoridades ordenaron la detención de la responsable del mismo, la hermana Sahaya Mary. Este lunes quedó en libertad bajo fianza.
Esta oleada de acusaciones ha ido acompañada de un incremento de los ataques violentos contra cristianos. Según el Foro de Cristianos Unidos (United Christian Forum, UCF), en 2021 recibieron 486 denuncias sobre episodios de violencia y odio. Esto supone más de un ataque al día, y cuatro veces más que en 2014.