(Angesir/InfoCatólica) «En la biografía de Peter Seewald sobre Benedicto XVI, publicada en 2020», señala el obispo de Passau en su página web, «ya estaba escrito que el arzobispo Joseph Ratzinger estuvo presente en la reunión de 1980, cuando se produjo la confesión del sacerdote abusador H.»
Por tanto investigación de Seewald ya había revelado la participación de Ratzinger «y también se sabía ya que esta reunión no se refería al trabajo pastoral de H., sino a su estancia en Múnich para recibir terapia».
En la defensa presentada por Benedicto al bufete de abogados de Múnich encargado de la investigación se indicó inicialmente que no estuvo presente en esa reunión. «Un error fatal», comentó Oster, «porque el bufete consiguió criticar a Benedicto por falsedad en un asunto que era decisivo para todos». La breve corrección pública de Benedicto XVI poco después, que habla de un «accidente» en el «procesamiento editorial», deja claro que el Papa emérito de 94 años habría contado con colaboradores que se equivocaron en un punto crucial.
«Desde mi punto de vista, es demasiado evidente la intención de que el Papa emérito aparezca lo más inculpado posible frente a todas las posibles acusaciones, por la vía legal, en estas declaraciones. Pero ese intento no es muy eficaz hoy en día, sobre todo después de nuestras experiencias actuales de conocimiento en términos de abuso».
Según la reconstrucción del obispo, se trató por tanto de un error de los colaboradores para proteger al Papa emérito, que sin embargo se convirtió en un boomerang. El actual obispo de Passau, diócesis en la que nació Ratzinger, partiendo de su conocimiento personal del Papa emérito, señala que éste «fue uno de los primeros en reconocer» la lacra de la pederastia en la Iglesia y en tomar «medidas concretas y eficaces, a través de numerosos encuentros con las personas afectadas y un duro juicio a los culpables. Y todo ello contra no poca resistencia en el Vaticano. Me llamó la atención que Benedicto utilizara el término 'supervivientes' más a menudo que 'víctimas', porque sabía lo potencialmente letal y devastador que puede ser el abuso en la vida de una persona», concluye el obispo alemán.