(Asia News/Infocatólica) Según el nuncio apostólico en Damasco, el cardenal Mario Zenari, la conferencia de tres días que tendrá lugar entre el 15 y 17 de marzo, será uno de los eventos «más significativos» para la Iglesia en Siria. El título elegido es «Iglesia, casa de la caridad - Sinodalidad y coordinación» y está prevista la participación «de todas las diócesis de Siria, algunos dicasterios romanos y organizaciones caritativas sirias e internacionales».
Para el cardenal Zenari, «la sinodalidad y el ejercicio de la caridad son la medicina para curar las heridas que han provocado estos años de sangriento conflicto». También explica la importancia del encuentro porque es una respuesta directa a las directrices trazadas por el Papa Francisco, que invita a toda la realidad eclesial a caminar juntos.
La Iglesia en Siria ha sufrido una masiva emigración de sus miembros, al igual que ha sucedido en otros países vecinos como Irak. En un mensaje a los fieles, en 2017, el arzobispo maronita de Damasco, Mons. Samir Nassar, dijo que «no se ha celebrado ni un solo bautizo o boda en los últimos ocho meses». El colapso de los sacramentos en los últimos cinco años y «la ausencia de jóvenes» han tenido repercusiones inevitables «en la vida parroquial». Cuatro años más tarde añadió: «de las 19 parejas cuyo matrimonio celebré en 2021, ya han salido de Siria 13 y las otras están intentando por todos los medios seguirlas. De minoría, nos estamos convirtiendo en una minoría dentro de la minoría. Entonces es difícil seguir adelante… pero esperamos que el Sínodo nos dé fuerza para comprender cómo vivir como una pequeña comunidad».
Parece que la solución que han encontrado ante esta problemática es formar grupos con las familias cristianas que aún quedan en la zona y profundizar en los temas del Sínodo convocado por el Papa. Según el Arzobispo maronita de Damasco «es una oportunidad para redescubrir nuestra misión». El prelado también considera que el sínodo será «una oportunidad para discutir sobre muchos ámbitos», desde las escuelas hasta las iglesias, pasando por las actividades de los hospitales (tan importantes durante la guerra y hoy con la pandemia de covid-19), la población carcelaria y la vida de las familias.
En los trabajos sinodales de la Iglesia siria participarán también «algunos musulmanes», que recibirán el boletín diario y «podrán ofrecer respuestas a los interrogantes» que se planteen durante las sesiones de trabajo.