(BLes/InfoCatólica) Recientemente, un informe publicado por el medio The Guardian, ha informado sobre la situación extrema que se vive en la India debido al fuerte deseo de sus ciudadanos de engendrar únicamente hombres, lo que desemboca en cada vez más abortos de bebés de sexo femenino.
Dado este rechazo creciente a «cargar» con el peso de tener una hija mujer, cada vez existe más rechazo hacia ello, llegándose a calcular una cifra de aproximadamente 46 millones de abortos de niñas, únicamente por ser mujeres.
La presión y discriminación es tan fuerte que, diariamente, miles de mujeres son forzadas a abortar y, cuando se niegan a hacerlo, se ejerce sobre ellas fuertes abusos, según informan distintos testimonios.
Este grave problema lleva ocurriendo varias décadas. En 1994, el gobierno indio prohibió las pruebas prenatales para conocer el sexo del bebé durante la gestación. Sin embargo, esto no impidió que cientos de clínicas privadas legales y clandestinas hayan creado todo un negocio en torno a esta práctica y mantengan las prácticas abortivas.
Testimonios publicados
Uno de los testimonios publicados es el de una mujer de Mumbai de 40 años de edad que, obligada por su marido, llegó a abortar ocho veces, dado que en todos sus embarazos los estudios prenatales indicaban que el feto era de sexo femenino.
Otro de estos casos es el de Meenakshi, una mujer de 36 años que contó a The Guardian que al estar embarazada de su tercer hijo, fue llevada por sus suegros hasta una clínica desierta para realizar una de estas pruebas prenatales. Cuenta Meenakshi: «El área estaba completamente desierta y escondida. (…) Estaba asustada. No era una clínica normal».
Aunque la llevaron forzadamente y nunca le comunicaron los resultados de la prueba, Meenakshi cuenta que ellos parecían contentos, por lo que supone que debe ser varón. Actualmente lleva 7 meses de embarazo, y afirma que «su esposo y su madre parecían felices, así que entendí que iba a ser un niño. (…) De lo contrario, lo habrían matado antes del nacimiento».
A pesar de que estos terribles hechos sean el pan de cada día en la India y se promueva cada vez más la creencia de que las mujeres son completamente inútiles y el hombre es la única persona válida en todos los aspectos, las feministas de Occidente, con una hipocresía de magnitudes cataclísmicas, mantienen silencio respecto al tema y, en lugar de luchar contra estas atrocidades, siguen promoviendo el aborto y defendiéndolo como un derecho fundamental de las mujeres.
También la revista Newsweek compartió en 2019 varios análisis estadísticos en los cuales se confirmaba que durante tres meses no hubo ni un solo nacimiento de una niña en el distrito de Uttarkashi, estado de Uttarakhand, al norte de India. Durante ese período hubo un total de 216 nacimientos, todos hombres. Las autoridades consideran que los abortos por selección de sexo fueron la razón de este suceso.
En 2001, en la India, por cada 100 niños nacían 93 niñas, relación que cambió para el año 2016, cuando por cada 100 niños nacían 89 niñas, según informa el Ministerio de Salud de la nación.
Como es sabido, la India no es el único país con esta problemática: también es frecuente en China, donde además el Partido Comunista Chino (PCCh) obliga a las familias a tener, como máximo, 2 o 3 hijos.
En otros países como Estados Unidos, organizaciones que mueven mucho dinero y que promueven el aborto como Planned Parenthood, también apoyan el aborto por selección de sexo.