(CNA/InfoCatólica) La FDA aprobó por primera vez la mifepristona, que se combina con otro fármaco llamado misoprostol, para los abortos tempranos en el año 2000.
El organismo público anunció dos cambios: «Eliminar el requisito de que la mifepristona se dispense sólo en determinados entornos sanitarios, concretamente en clínicas, consultorios médicos y hospitales», también conocido como «requisito de dispensación en persona», y «añadir el requisito de que las farmacias que dispensen el fármaco estén certificadas».
Este tipo de aborto, que se realiza mediante píldoras, también se conoce como aborto con píldoras, aborto químico, aborto con medicamentos y aborto por telemedicina.
Los partidarios del aborto han señalado que esta medida es una especie de solución o plan de respaldo para que las mujeres puedan acceder al aborto en los estados que lo están limitando legalmente. Los grupos provida subrayan que este tipo de abortos no son seguros para la mujer.
La decisión de la FDA llega tras una lucha de idas y venidas en los tribunales. El año pasado, un tribunal federal de distrito impidió que la FDA aplicara su requisito de que las mujeres que desean abortar deben recibir la mifepristona en persona y no por correo. La demanda que prosperó, presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), argumentaba que las mujeres se arriesgaban a una exposición innecesaria al Covid-19 al recoger la píldora en persona cuando ya se les permite tomarla en casa.
En enero, bajo la administración Trump, el Tribunal Supremo accedió a la petición de la FDA de restablecer el requisito. Tres meses más tarde, bajo la administración de Biden, la FDA anunció el levantamiento de la norma de nuevo durante la pandemia, citando la seguridad del medicamento y los riesgos relacionados con el Covid que supone ir a la consulta de una clínica.