(VaticanNews/InfoCatólica) El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Semeraro, beatificó a Francisco Cástor Sojo López y a sus tres compañeros mártires el sábado por la mañana.
La misa de beatificación tuvo lugar en la Basílica de Santa María de Tortosa, en la región española de Cataluña.
Todos invitados a seguir a Cristo
En su homilía, el cardenal Semeraro dijo que Francisco Cástor Sojo López, Millán Garde Serrano, Manuel Galcerá Videllet y Aquilino Pastor dieron testimonio de que quienes pierden la vida por Cristo la encontrarán nuevamente en Él.
Jesús, dijo, les dijo a todos: «Si alguien quiere venir en pos de mí, debe negarse a sí mismo y tomar su cruz todos los días y seguirme».
El Cardenal señaló que Jesús hizo esta exigencia a «todos», no solo a los valientes o santos, y que su invitación conlleva una libre elección por parte del discípulo.
Cristo y su cruz
Explicó el cardenal que negarnos a nosotros mismos, requiere que dejemos de lado nuestros intereses personales y nuestro egoísmo por el amor de Cristo, mientras tomamos nuestra propia cruz.
Aunque Jesús llevó su cruz una vez por la salvación de todos, nosotros, por otro lado, tenemos que «tomarla todos los días y ponernos en camino por el camino del discipulado», para superar la tentación de seguir un «camino sin cruz, sin Cristo».
«Jesús nos recuerda que su camino es el camino del amor, y no hay amor verdadero sin el sacrificio de uno mismo».
Encontrar la vida eterna
El cardenal Semeraro dijo que los nuevos beatos eran sacerdotes que soportaron la brutalidad de la guerra civil española (1936-1939).
«No buscaron el martirio, porque el martirio no se busca, sino que se soporta. Pero cuando llegó el momento de dar testimonio de Cristo con su sangre, no dudaron, sino que abrazaron su cruz con amor».
El Beato Francisco Cástor Sojo López y sus tres compañeros, concluyó el Cardenal, encontraron su verdadera vida porque dieron libremente su vida terrena por Cristo.