(Efe/InfoCatólica) El papa Francisco inició su mensaje describiendo la situación actual en la que nos encontramos «débiles» y «sumergidos en una serie de crisis sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales, humanitarias y éticas», que son «presagio de una tormenta perfecta».
El papa explicó que «toda crisis requiere visión, capacidad de planificación y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro proyecto común» y que pueden afrontarse con «comportamientos de aislamiento, proteccionismo y explotación o pueden representar una auténtica ocasión de transformación, un verdadero punto de conversión, no solo en sentido espiritual».
Por ello Francisco instó a los responsables a «una renovada corresponsabilidad mundial, una nueva solidaridad fundada en la justicia, en el hecho de compartir un destino común y en la conciencia de la unidad de la familia humana».
Recordó el reciente llamamiento que firmó hace unos días con líderes religiosos y científicos en el que se reclama «acciones más responsables y coherentes tanto a nosotros mismos como a nuestros gobernantes».
«En aquella ocasión, me impresionó el testimonio de uno de los científicosque dijo: 'Mi nieta, que acaba de nacer, dentro de 50 años tendrá que vivir en un mundo inhabitable, si las cosas son así'. ¡No podemos permitirlo!», aseveró el pontífice.