(Infobae/InfoCatólica) «Es muy terrible todo. De tenerla el fin de semana de Pascua con nosotros, disfrutando de la familia, pasé a ver a mi hija muerta el domingo siguiente». Así comienza el testimonio de la madre de María del Valle González López, Lidia Rosa Fiore, cuya hija perdió la vida el pasado 11 de abril tras enfrentar diversas complicaciones causadas por un aborto realizado con misoprostol.
Como comparte la señora Lidia a Infobae, María se desempeñaba como presidenta de la Juventud Radical del departamento de La Paz y tenía 23 años. Tras enterarse de tener 6 semanas de embarazo junto a su novio, con el que llevaba 3 años de relación, el 5 de abril tomó la decisión de ingerir misoprostol para abortar, lo que le causó la muerte 6 días más tarde.
No fue sino hasta el viernes 9 por la noche cuando Lidia se enteró del grave estado de su hija, quien se encontraba en terapia intensiva en el hospital, pues le habían estado mintiendo al decirle que su complicación de salud se debía a una gran infección en los intestinos. No supo la verdad hasta que una doctora le dijo en persona lo que sucedía, y el joven (anteriormente novio de su hija) le confesó: «Ella tomó una pastilla abortiva, pero no sabemos si fue eso lo que le hizo mal. Pero no fue una pastilla, fueron 12».
El domingo realizaron los trámites para retirar el cuerpo, y el lunes por la mañana ya estaba sepultada en el campo junto a su papá. Muchas personas de La Paz deseaban despedirse de ella, recuerda María.
Posteriormente, revisaron el celular de María esperado conseguir respuestas de cómo habían sido los hechos y, efectivamente, las encontraron. En su celular se encontraba todo registrado, desde las conversaciones con la doctora que la había guiado en el proceso hasta imágenes del feto abortado.
Se pudo concluir de los mensajes que la médica le había recetado 12 pastillas distribuidas en 3 tomas. A la segunda toma, María ya presentaba diarrea y sangrado. A las 20 horas ya había soltado el feto, sin embargo, los 2 días posteriores al aborto María se comenzó a sentir mal, a lo que se le sumaron mareos y dolores abdominales.
La doctora al teléfono parecía bastante tranquila, sin embargo, María ya no aguantaba más. Se dirigen al hospital la mañana siguiente a pesar de que María se desmayó antes de llegar.
«Después querían tapar todo, todo política; recién ayer entregaron la necropsia y a mí me dijeron que iba a demorar más o menos 15 días. Esto está tapado, hay mucha política de por medio. Y yo ya no aguanto más, voy a ir a dónde sea por ella, total no tengo nada que perder», dice Lidia
El abogado de la familia, antes de comenzar cualquier proceso, decidió esperar la autopsia, en la que se encontraban a simple vista restos embrionarios, infección en los intestinos y en el útero.
Sin embargo, se sumaron varios detalles extraños: primero, la sospechosa demora que tomó recibir la autopsia y, segundo, el rechazo del celular en la fiscalía como prueba, demostrando que quieren ocultar lo que pasó y la verdadera razón de su muerte. Posteriormente, afirman que la Justicia será quien determine la raíz del fallecimiento.
Pero, ¿qué dicen los expertos? ¿Puede el misoprostol generar complicaciones de este grado, llegando a causar la muerte del paciente?
Hace algunos años, la FDA (la agencia que autoriza los medicamentos en los Estados Unidos) informó de casis de sepsis (infección generalizada del organismo) causada por misoprostol, ya que esta pastilla produce tantas contracciones que genera espacios de isquemia, lo que a su vez ayuda con el desarrollo de una bacteria altamente infecciosa: la clostridium sordelli. Esta información ha sido proporcionada por la ginecóloga y obstetra María de Urraza a los medios de Infobae.
Otra teoría es que se haya generado una ruptura uterina. Además, previo al proceso de aborto los médicos no requieren una ecografía, «a ver si ven el latido y se arrepienten de querer abortar» ironiza su hermano.
Estos procesos, banalizados por la legalización del aborto y considerados casi como un método anticonceptivo del montón, la mayoría de veces son manejados por correo electrónico o WhatsApp, lo que implica que no se realizan diagnósticos directos o ecografías. Esto, claramente, puede causar múltiples daños a las mujeres embarazadas, ya que no se identifica si el embarazo es intra o extrauterino, o si es un embarazo ectópico, lo que, sumado a la ingesta de misoprostol, puede generar hemorragias o ruptura de las trompas.
Asimismo, la doctora Urraza explica: «El misoprostol tiene una absorción errática. Hay casos en los que con medio comprimido ya se dan grandes contracciones, (…) porque el cuerpo naturalmente tiende a preservar el embrión».
Del mismo modo, explica: «La dosis que se da de misoprostol es inversamente proporcional a la edad de gestación. En las primeras semanas tiene que ser mayor, lo que explica las 12 pastillas que tuvo que ingerir María».
A pesar de ello, los promotores de la legalización del aborto quieren utilizar el caso de María del Valle González como un ejemplo de mala praxis y sostienen que, desde la legalización, ya no se dan muertes maternas por abortos.