(ACIPrensa/InfoCatólica) Tras las inundaciones causadas por el desborde del río Cauca en Colombia, a pesar de la ayuda recibida, numerosas familias colombianas han atravesado situaciones muy difíciles y no se encuentran en condiciones nada favorables.
La desgracia acontecida en el Departamento de Sucre ocurrió el pasado 25 de agosto, y se han contado más de 2.226 damnificados. Es por esto que, el monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, ha exhortado a toda la población para solidarizarse con los más afectados.
«Hemos visitado especialmente la vereda de Nueva Esperanza y algunos otros sitios aledaños, encontrando unas situaciones verdaderamente tristes. Si el invierno se prolonga, significa que todas estas personas que han tenido que abandonar sus casas, continúen habitando en viviendas improvisadas, especialmente en los lugares más altos, en carreteras y carreteables de las veredas. De modo que nos urge ser solidarios con todas estas personas», dijo.
La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) ha informado que, gracias al Secretariado Diocesano de Pastoral y a las donaciones de sus fieles durante la primera campaña de solidaridad, se lograron recaudar y donar más de 2.4 toneladas de ayuda en alimentos, útiles de aseo, medicinas y ropa.
Asimismo, se espera poder seguir contando con donaciones, para así apoyar también a las comunidades de Sucre-Sucre, La región del Pansegüita y San Marcos.
Otra zona afectada por el desbordamiento se ubicó en el municipio de Majagual, donde se encuentra la comunidad de los padres vicentinos quienes, han informado, también recibieron apoyo, en la parroquia Santo Cristo de Guaranda.