(Cope/InfoCatólica) El acto vandálico se produjo en el marco de una «marcha contra el gatillo fácil», tal y como la denominaron sus organizadores.
Los perpetradores realizaron pintadas en la fachada del templo y en las calles contiguas, dejando inscritas consignas como «El gatillo fácil es genocidio» o «El Estado apunta, la policía dispara».
La Red Respeto Religioso, una organización surgida en Argentina el pasado mes de junio con el objetivo de defender el respeto a la profesión religiosa en el país, denunció los hechos explicando que «no hubo prevención, acción ni reacción de las autoridades nacionales o de la Ciudad». También mostró su rechazo al hecho de que no hubiera una declaración institucional condenando el ataque.
«Este odio irracional va en aumento frente a la desidia de los poderes públicos. El desinterés y silencio es alarmante», afirmó la organización a través de un comunicado, al tiempo que resaltaba que «no alcanza con reparar los prejuicios materiales. El agravio es también espiritual a la comunidad creyente y para muchos ciudadanos».