(ACIPrensa/InfoCatólica) A través de un comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana, los obispos de Italia han expresado su preocupación por toda la comunidad afgana, así como su compromiso de acoger a refugiados de este país que huyen de la represión de los talibanes.
Los obispos han compartido «un pensamiento fraterno a la pequeña comunidad cristiana de la zona», por la complicada situación que están viviendo desde el pasado 14 de agosto.
«Dirigimos un pensamiento fraterno a la pequeña comunidad cristiana de la zona, garantizando el compromiso de la Iglesia que está en Italia a participar en los programas de acogida de los refugiados de acuerdo con las instituciones».
Asimismo, los obispos han comunicado su «dolor e indignación» tras el atentado terrorista que acabó con la vida de decenas de personas y dejó cientos de heridos en el aeropuerto de Kabul, sufrido el 26 de agosto. En dicho aeropuerto, se encontraba aglomerado gran número de personas que intentaban huir del país subiéndose a alguno de los aviones fletados que los países occidentales estaban utilizando para retirar a su personal diplomático y a sus colaboradores en Afganistán.
El atentado «ha causado un nuevo dolor a un pueblo que ya ha sido probado en el sufrimiento y en el miedo. (…) Por desgracia, hemos asistido en estos años a decisiones que, con el tiempo, se han revelado cortas de vista e incapaces de garantizar la necesaria seguridad al pueblo afgano».
«Ante esta enésima masacre, que ofende profundamente la dignidad humana, renovamos la invitación del Papa Francisco –realizada durante el rezo del Ángelus del pasado 15 de agosto– “para que cese el ruido de las armas y que las soluciones se puedan encontrar en la mesa de diálogo».
En ese sentido, «realizamos un llamado a la comunidad internacional para que garantice la paz en Afganistán y en toda la región de Oriente Medio, desde hace demasiado tiempo atravesada por conflictos y marcada por la violencia que siempre recae sobre la población civil, afectando, sobre todo, a las personas más frágiles e indefensas».
«El mundo no puede apartar la mirada hacia otra parte fingiendo que no ve que, en los complejos asuntos políticos y militares en curso en Kabul y en el resto del país, una vez más se eliminan los derechos de niños, mujeres, ancianos, minorías étnicas y religiosas».
Por esta razón, «invitamos a todos a dirigir la mirada del corazón hacia quien es más necesitado y vive en pobreza y enfermedad».
Los obispos finalizaron su comunicado invocando «la paz por la martirizada tierra afgana y por todos los demás contextos donde soplan vientos de guerra».