(Gaceta/InfoCatólica) La Gran Purga comunista de Stalin fue una campaña de detenciones, represión política y limpieza étnica en la que murieron más de 20 millones de personas, víctimas de ejecuciones por delitos penales y políticos, asesinadas en campos de trabajos forzados, y otras maneras horribles.
Recientemente, se han encontrado 29 fosas comunes de dicha época, gracias al Instituto de Memoria Nacional de Ucrania (IMNU), específicamente en Tatarka, cerca de Odesa, a orillas del mar Negro.
Dentro se estas fosas se hallaban alrededor de 8.000 cuerpos, víctimas del Comisariado Popular de Asuntos Internos (NKVD). Este descubrimiento se logró gracias a la labor del historiador Odesio Oleksandr Babich, quien encontró los documentos que registraban las ejecuciones en masa en Odesa.
El IMNU ha comunicado: «Solo podemos especular con la sangre que derramó el poder soviético para imponerse en Odesa», ya que, según la documentación, las fosas podrían extenderse desde el lugar comprobado hasta un cuartel militar antiguo, y esto, lo convertiría en el mayor enterramiento comunitario de toda Ucrania.
Un poco de historia
Los régimenes comunistas oficialmente ateos han sido generalmente hostiles a la religión y la Unión Soviética fue uno de los más atroces. Después de 1929 y durante la década de 1930, alcanzaron proporciones sin precedentes el cierre de iglesias, los arrestos masivos del clero y de los laicos religiosos activos y la persecución de personas por asistir a la iglesia. La LMG empleó tácticas de terror contra los creyentes para impulsar la campaña, al tiempo disimulaba sus actos bajo la excusa de proteger el estado y enjuiciar a los violadores de la ley. Se llevaron a cabo juicios de obispos que, junto con sus clérigos y sus feligreses laicos, fueron denunciados de constituir «bandas terroristas subversivas» que habían sido desenmascaradas. La propaganda oficial de la época exigía el destierro de la Unión Soviética del concepto mismo de Dios. Estas persecuciones estaban destinadas a ayudar al objetivo socialista final de eliminar la religión.
De 1932 a 1937, Joseph Stalin declaró los «planes quinquenales de ateísmo» y la LMG fue encargada de eliminar completamente todas las expresiones religiosas en el país. Muchos de estos mismos métodos y tácticas de terror también fueron impuestos contra otras personas que el régimen consideraba sus enemigos ideológicos.
Durante las purgas de 1937 y 1938, documentos registran que 168 300 clérigos ortodoxos rusos fueron arrestados. De estos, más de 100 000 fueron fusilados.