(Asia News/InfoCatólica) Según la reconstrucción de los testigos, el jefe de la aldea había convocado a los cristianos a un determinado lugar donde ya se había reunido la multitud que después los atacaría. A continuación le dio al grupo dos opciones: «dejar a Jesús o dejar el pueblo». Cuando se negaron a abandonar su fe, los cristianos fueron atacados con piedras. A pesar de las denuncias que se hicieron posteriormente, la policía no tomó medidas contra los agresores.
«El Global Council of Indian Christians condena enérgicamente este ataque anticristiano que tuvo lugar en el 75º Día de la independencia de la India», dijo el presidente del GCIC, Sajan K. George. «Nos entristece que los cristianos sean objeto de ataques debido a su fe. ¿Somos ciudadanos de segunda clase? La Constitución garantiza la libertad religiosa. ¿Cómo puede ser que una minoría del 2,5% sea una amenaza?»
En la aldea de Adnadhi viven 15 familias que se unieron al cristianismo hace unos 20 años. Aunque en aquel momento hubo cierta oposición a su conversión, el reciente ataque fue completamente inesperado y dejó devastadas a las familias, explicaron los residentes locales a AsiaNews.
«Somos acosados, intimidados y sometidos a amenazas y violencia. Es una vergüenza, una desgracia y una violación de los derechos humanos de los cristianos», siguió diciendo Sajan K. George. Luego compartió un video donde se puede ver a militantes de extrema derecha que irrumpen en un hogar cristiano durante un encuentro de oración. Los atacantes preguntan a los participantes sus nombres. Como son nombres indios, los nacionalistas hindúes acusan al pastor pentecostal que lo preside de realizar actividades de conversión.
«Estos extremistas utilizan la ley anti-conversión para molestar especialmente a la comunidad pentacostal, que siempre se reúne en casas-iglesia», comentó el presidente del GCIC. En la India se llevan a cabo grandes eventos como el Kumbh Mela [peregrinación hindú a los ríos sagrados durante los cuales se realizan abluciones rituales], pero amenazan y detienen a una pequeña congregación de creyentes que se reúnen en una casa para la oración cristiana.