(Katolisch/InfoCatólica) Hay sacerdotes que bendicen a los conejillos de indias y las motos. «pero dos personas creyentes que se aman y que quieren una bendición por su promesa de estar el uno para el otro de por vida son rechazadas por la iglesia», lamentó el político de la CDU a la revista de Munich «Bunte». Y añadió que es hora de que eso cambie.
Pero, a pesar de su quejas, el propio Spahn (ndr:a la derecha en la foto), de 41 años de edad, asegura haber tenido buenas experiencias dentro de la Iglesia, como ocurrió recientemente al ir de vacaciones al lago Tegernsee. Allí, el párroco de la zona dio la bienvenida al «Ministro Federal y su esposo» en la misa dominical en Sankt Quirinus, delante de todos los fieles. «Para un clérigo católico, tanta franqueza en el trato con hombres homosexuales lamentablemente no es algo habitual», dijo el ministro.
Spahn: la fe católica está profundamente anclada en mí
El político dice que la fe está profundamente anclada en él, «y como hombre gay en particular, soy consciente de que la Iglesia ha cometido muchos errores en su larga historia». Habla de eso, le molesta y le perturba, pero no le lleva a «que me aparte de mi fe o de la Iglesia». Dice que está demasiado influenciado por haber acudido a una guardería católica, a la escuela primaria católica, a un colegio diocesana y por el trabajo de la asociación de jóvenes católicos y su tiempo como monaguillo. «Es parte de mí y me da fuerza», dijo Spahn .
La oración también es parte de la vida del ministro. «Tiendo a hacer eso en pequeños momentos a lo largo del día. No tengo que sentarme en una iglesia para tener un diálogo interno con Dios».
Spahn también dijo que él y su esposo Daniel Funke (40) quieren tener hijos. «Creo que seríamos buenos padres. Estamos hablando de eso, todavía no hay nada concreto. Pero si lo hacemos será pronto, porque no nos volveremos más jóvenes», dijo el Ministro Federal de Salud.
El político de la CDU agregó que siempre se alegraba cuando había niños en celebraciones familiares o reuniones de negocios. «Los niños tienen su propia visión del mundo. Son en su mayoría felices, despiadadamente honestos y directos. Me gusta eso».
De los deseos a la realidad
Todo el discurso del político conservador alemán choca contra el muro de una realidad que no va a cambiar: la Revelación cristiana. La Escritura es clara al respecto de las uniones homosexuales. Las condena de forma clara y tajante como contrarias a la ley natural y al resto de la ley divina. Y la Tradición añade el hecho de que las relaciones entre personas del mismo sexo son consideradas como uno de los pecados nefandos que claman al cielo.