(Vatican.news/InfoCatólica) La pandemia, el aumento de desempleo y de pobreza, la falta de vacunas que no llegan han aumentado «un descontento muy grande en la población» guatemalteca que ha desembocado en un paro nacional este jueves 29 de julio.
«El descontento general explotó cuando fue destituido el Fiscal Especial Contra la Impunidad (FECI)», Juan Sandoval, «que estaba en una lucha frontal contra la corrupción». Así lo explica ante los micrófonos de Vatican News, el cardenal Álvaro Leonel Ramazzini, obispo de la diócesis de Huehuetenango, definiendo una situación social de «mucha desesperación» que se ha venido gestando desde hace meses:
«Nos enfermamos de Covid, han muerto más de diez mil personas, los centros hospitalarios públicos están repletos de personas contagiadas, muchas personas se curan en su casa, los tratamientos para el Covid a nivel particular son caros. Y luego, el aislamiento, la falta de las relaciones familiares, no poder encontrarse con los amigos...»
La destitución del Fiscal Especial contra la impunidad fue el «detonante» para que la gente pudiera exponer todo lo que estaba sintiendo de mal – precisa el cardenal Ramazzini, destacando la buena labor de «un hombre responsable, un hombre consciente. Fue realmente un golpe que nadie se lo esperaba». «Lo que buscamos, añade, es que realmente los procedimientos legales se cumplan».
Una sociedad insatisfecha hambrienta de justicia y equidad
El prelado lamenta que los cambios estructurales que la sociedad guatemalteca necesita a nivel económico y a nivel político, no se han dado debido a «las actuaciones de los miembros del Congreso y la Republica que no han sido realmente las que deberían ser». Asimismo, evidencia que los niveles de pobreza han crecido, los controles fronterizos entre Estados Unidos y México han aumentado así como las deportaciones. «Tenemos cientos de menores, no acompañados que no sabemos dónde están en los Estados Unidos», afirma.
Además, recuerda que no hubo una «respuesta inmediata» para poder satisfacer las necesidades de la gente damnificada por los huracanes que azotaron al país el año pasado:
«Todos estos hechos, sumados a una situación de pobreza creciente que ha habido en el país, da como resultado una sociedad insatisfecha. Y uno de los peores enemigos es el hambre. El último informe de la FAO habla de más de cuatro millones y medio de personas subalimentadas, en un país que es el tercer exportador de azúcar, uno de los grandes exportadores de café y de ganado, uno de los países donde más se siembra palma africana».
Democracia y anuncio del Evangelio
«El anuncio del Evangelio es el anuncio de la Buena Noticia, del amor al prójimo, de la corresponsabilidad ciudadana, del respeto a los derechos humanos, es decir, la Doctrina Social de la Iglesia es la aplicación del Evangelio. Y este ha sido uno de los grandes retos que hemos tenido los obispos en Guatemala», constata el purpurado. En este sentido, asegura que si se aplicaran «los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, cambios beneficiosos para el país se darían. «Pero – lamenta – tenemos muchos católicos que realmente podrían practicar los principios de la Doctrina Social de la Iglesia a nivel de empresas, a nivel de organización civiles, sin embargo, no lo hacen». -Y concluye:
«Seguimos trabajando en este esfuerzo de que el Evangelio siga realmente siendo levadura, que cambie la masa, que fermente la masa. Este es el grande desafío y en Aparecida lo verificamos. Seguimos en estado permanente de misión, pero el estado de misión todavía no logra cambiar la conciencia de muchos católicos».