(Agencias/InfoCatólica) Elijah Juma, sacerdote nigeriano secuestrado por un comando yihadista el pasado 30 de junio, ha conseguido escapar de su secuestro nueve días después de sufrir el ataque en el que fue hecho rehén.
«El P. Juma recuperó su libertad el jueves (8 de julio), la semana pasada, tras escapar de sus captores», explicó el también presbítero John Bakeni, secretario de la Diócesis de Maiduguri.
El sacerdote ha tenido que ser atendido por un equipo médico. El secretario diocesano explicó que Elijah no se encontraba del todo bien en el momento en que huyó: «Ha sido evacuado a un área segura para recibir atención médica pero, mientras hablamos, en general está respondiendo bien a la medicación».
El secuestro, ocurrido cuando el sacerdote se desplazaba en coche, se atribuyó en su momento a miembros del grupo terrorista de Boko Haram. Bakeni explica que el presbítero se encontraba realizando un trayecto de más de un día de duración, por lo que pasó la noche en un hotel de la región de la zona de Biu antes de su secuestro.
Añade que la diócesis no tiene constancia de que se haya pagado ningún rescate por su liberación.
La situación de la Iglesia en Nigeria
Elijah Juma no es el primer sacerdote secuestrado en Nigeria. Desde hace años, la proliferación de grupos yihadistas en el país africano ha convertido a los cristianos en un objetivo frecuente. A lo largo de 2021, dos sacerdotes han sido asesinados por los terroristas en este país.
Esta situación se vió agravada tiempo después con el levantamiento de Boko Haram en 2009, año en que proclamó su intención de hacer de Nigeria un Estado islámico. Desde entonces, los ataques contra cristianos en el país no han hecho más que aumentar.
Uno de los casos más destacados que protagonizó este grupo terrorista fue el secuestro de 276 niñas cristianas mientras acudían al colegio en la localidad de Chibok (Nigeria), hecho que captó la atención internacional.
El pasado febrero de 2020, algunos obispos nigerianos criticaron al Gobierno del país por debido a la falta de seguridad que sufren los nigerianos: «La inseguridad, claramente evidente en la pérdida generalizada de vidas y propiedades, ha dejado la impresión de que los líderes del país no pueden –o peor aún, no quieren– asumir las responsabilidades de su despacho».
Liberado también Léon Dougnon, que llevaba 22 días en cautividad en Malí.
El padre Léon Dougnon, secuestrado el 21 de junio en la diócesis de Mopti, en el centro de Malí, fue liberado el martes 13 de julio, anunció a La Croix Africa el padre Edmond Dembele, secretario general de la Conferencia Episcopal de Mali. El padre Dougnon, de 51 años, párroco de Ségué, en el centro de Malí, fue secuestrado el 21 de junio mientras se dirigía, en compañía de cuatro laicos, al funeral del sacerdote Oscar Théra, en la diócesis de San.
Dos días después, los cuatro laicos Timothée, Pascal y Emmanuel Somboro y Sabine Boutié Tolofoudié fueron puestos en libertad. Los atacantes se quedaron con el padre Dougnon con el pretexto de que necesitaban su ayuda para arreglar su coche y lo liberarían inmediatamente después.
El padre Léon Dougnon nació el 2 de septiembre de 1969 en Barapireli, en la región de Koro. Fue ordenado sacerdote el 15 de septiembre de 2002 en Barapireli. En 2013, el padre Léon Dougnon fue enviado en misión a Dreux, en la diócesis de Chartres (Francia). Allí pasó cuatro años.
Esta diócesis francesa, en particular los fieles de la parroquia de Saint-Etienne-en-Drouais, quedaron impactados al conocer la noticia de su secuestro. En una carta publicada el 24 de junio, el conde de París, Jean d’Orléans, había expresado su afecto por él: «El padre Léon pasó varios años en Dreux, donde lo conocimos y le cogimos cariño», escribió.