(Vladimir Rozanskij) Rusia celebró el 8 de julio el Día de la Familia, el Amor y la Fidelidad. Esta fiesta civil y religiosa fue inspirada por la Iglesia Ortodoxa y conmemora a una pareja de príncipes beatos, Petr y Fevronia de Murom. En la antigua Rus de Kiev, hacia el año 1200, la pareja se salvó a sí misma y a su pueblo de las maldiciones y las luchas intestinas gracias a su amor y su consagración monástica.
En la ciudad de Murom, a poco más de 200 km de Moscú, durante los años 90 la veneración de los príncipes benditos representaba una de las expresiones más genuinas del renacimiento religioso del poscomunismo. Hace unos 20 años, precisamente en Murom y en la provincia de Vladimir, se comenzó a unir la memoria litúrgica con las manifestaciones públicas en defensa de la familia.
Defensa de la familia
«En los últimos años, la institución de la familia ha sufrido una grave crisis», explica Maria Studenikina, directora de la Oficina de Apoyo a la Familia del Patriarcado de Moscú y del centro caritativo ortodoxo «Un hogar para la madre». «La Iglesia hace todo lo posible para ayudar a la gente», afirma Studenikina. «Toda mujer que se enfrente a la dramática opción entre continuar con un embarazo o abortar puede contar con nuestro apoyo». Señala que el patriarcado ofrece alojamiento y comida gratis en un centro de crisis, además de ayuda humanitaria, asesoramiento jurídico y ayuda de psicólogos.
El número de abortos ha disminuido en un 35% en el país
Según el programa «Salvar la vida» ideado por la Iglesia Ortodoxa, desde 2015 en todos los centros médicos y consultorios de Rusia funciona un programa de asesoramiento previo al aborto, para ayudar a las madres solteras y embarazadas que atraviesan situaciones críticas. En los casos en los que no haya trabajadores públicos para ofrecer estos servicios, pueden ser sustituidos por miembros de asociaciones sin fines de lucro. En seis años de actividad, casi 100.000 mujeres han recibido este apoyo; unas 15.000 han preservado su embarazo, obteniendo diversos servicios. El Ministerio de Salud informa que gracias a esta iniciativa, el número de abortos ha disminuido en un 35% en el país. Sin embargo, la práctica sigue estando muy extendida, herencia de la época soviética, cuando el régimen comunista la consideraba normal y no se oponía a ella.
Actualmente hay 56 asociaciones sin fines de lucro que participan en el programa «Salvar la vida»: son de inspiración ortodoxa, pero también laica. A través del Departamento de Caridad y junto con varias instituciones médicas, el patriarcado de Moscú ofrece cursos de formación para ginecólogos, asistentes obstétricas y psicólogos que trabajan con mujeres en condiciones críticas. Suman 77 los hogares eclesiásticos para mujeres embarazadas y madres solteras. Además, hay 221 centros de ayuda humanitaria donde se distribuye ropa, zapatos, productos alimenticios, artículos de limpieza personal y del hogar; también proporcionan camas y espacios para el cuidado de los niños.
El Departamento de Caridad del Patriarcado coordina el servicio social de la Iglesia Ortodoxa no sólo en Rusia, sino también en otros países como Moldavia, Kazajstán, Kirguistán, Filipinas y Timor Oriental, donde hay diócesis y misiones de la Iglesia rusa.