(AA/InfoCatólica) «El papa Francisco está profundamente comprometido a escuchar directamente a los pueblos indígenas, expresando su sincera cercanía, abordando el impacto de la colonización y el papel de la Iglesia en el sistema escolar residencial, con la esperanza de responder al sufrimiento de los pueblos indígenas y los efectos del trauma intergeneracional», destacó la CCCB en un comunicado publicado ayer.
Las reuniones, que tendrán lugar entre el 17 y el 20 de diciembre, han sido solicitadas durante mucho tiempo, ya que los líderes indígenas han presionado durante años a la Iglesia para que emita oficialmente una disculpa por el papel que jugó en la administración de algunas de las 139 escuelas donde los niños de las Primeras Naciones (pueblos indígenas del Canadá) fueron inscritos arbitrariamente a partir de 1820.
A partir de esa década, bajo la dirección del Gobierno canadiense, esos niños fueron en algunos casos separados por la fuerza de sus familias y reubicados en varias escuelas residenciales en un intento por inculcarles la cultura europea.
En las últimas semanas se han encontrado cientos de tumbas sin nombre en algunas de estas escuelas con restos de niños indígenas, quienes fueron dados por desaparecidos por años.
«Los obispos de Canadá están profundamente agradecidos por el espíritu de apertura del Santo Padre al extender generosamente una invitación para encuentros personales con cada uno de los tres grupos distintos de delegados - Primeras Naciones, métis e inuit - así como una audiencia final con todos los delegados juntos el 20 de diciembre de 2021», agregó el comunicado.
Los Métis son personas de ascendencia mixta europea e indígena, mientras que los Inuit son los residentes del extremo norte, que en un momento se llamaron esquimales. Las Primeras Naciones fueron los habitantes originales de Canadá antes de la llegada de los colonos europeos.
El presidente de la Federación de Metis de Manitoba, David Chartrand, encabezará un grupo y dijo que presionará al Papa para que fuera a Canadá a pedir perdón en nombre de la iglesia.
«Tendrá un mayor sentido de poder y verdad en sus sentimientos y su camino hacia la curación si entra a los suelos de Canadá y se para aquí en nuestras tierras», precisó Chartrand en una entrevista con la agencia de noticias The Canadian Press.
Se estima que antes del cierre de la última escuela en 1996, al menos 4.000 niños murieron y, en ocasiones, fueron enterrados sin ceremonias y sin que sus padres supieran su destino.
Cerca de 150.000 niños nativos asistieron a las escuelas, cuyo objetivo era inculcar la cultura blanca en los menores indígenas. Muchos fueron sometidos a abusos físicos, mentales y sexuales. Aproximadamente el 60% de las 139 escuelas residenciales fueron administradas por la Iglesia Católica.
El ministro de Servicios Indígenas, Marc Miller, aseguró que ha llegado el momento de obtener una disculpa oficial del jefe de la Iglesia Católica.
«La gente espera ver al papa Francisco ofrecer una disculpa de una manera entera, completa y comprensiva», enfatizó Miller durante una rueda de prensa el martes.
En la actualidad se estima que viven en Canadá un millón seiscientos mil indígenas.