(Agencias/InfoCatólica) La medida venía siendo reclamada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), quien en una reciente declaración consideró que en sus templos se estaba cumpliendo con los protocolos sanitarios y aseguró que la asistencia religiosa «es vital”» para muchas personas, especialmente ante la angustia que provoca la pandemia.
La principal organización evangélica del país, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA) también se había sumado a la petición con otro pronunciamiento en el que hacía suyos los argumentos de la CEA.
En el decreto gubernamental se «exceptúa de la suspensión dispuesta (…) en los lugares considerados como de alto riesgo epidemiológico y sanitario y en situación de alarma epidemiológica y sanitaria, a la realización de eventos religiosos en lugares cerrados que impliquen concurrencia de personas, en los que deberá observarse, como máximo, un 30 % de aforo».
También se establece que «en el desarrollo de la actividad autorizada deberá garantizarse el cumplimiento de las Reglas de Conducta Generales y Obligatorias dispuestas (…) para disminuir el riesgo de contagio de COVID-19 y de los protocolos vigentes en cada jurisdicción».
Argentina es uno de los países del mundo donde se ha limitado totalmente el culto y la actividad religiosa. Entre los países de mayoría católica, solo Irlanda es equiparable.