(Atlántico Digital/InfoCatólica) El que será el Centro Pastoral Juan Pablo II se construye en una de las parcelas reservadas para usos dotacionales, al lado del futuro parque del Pau de Navia (Vigo) y pegada al centro de salud.
La obra, con una superficie construida de 4.500 metros cuadrados en una parcela de 2.500 metros cuadrados cuenta con un presupuesto de más de 3,3 millones de euros, de los cuales se aportaron ya la mitad. El problema es que la obra podría interrumpirse en el plazo de cuatro o cinco meses por falta de financiación ya que, como explica Alfredo Jorge, ‘no tenemos más dinero’.
El párroco, conciente de que la paralización de los trabajos podría prolongarse durante años, intenta conseguir la financiación a marchas forzadas. Su primera alternativa fue la de recurrir al obispo, al que intenta convencer de que deben continuar las obras ahora que ya se ha gastado más de un millón de euros.
Sin embargo, por el momento la Diócesis rechaza dar más dinero, y Alfredo Jorge teme que cuando llegue el nuevo obispo tampoco se quiera invertir tanto dinero en este nuevo barrio, que por el momento tampoco tendrá —con templo o sin él— la denominación de parroquia.
Por otra parte, el párroco de San Paio pide la aportación de los vecinos, aunque sabe que las donaciones no podrían costear la obra. ‘No es fácil’, lamenta Alfredo Jorge, que recorre con frecuencia el polígono para repartir 1.500 unidades de la hoja parroquial para ir haciendo ‘comunidad’. ‘Voy buzón por buzón, llevo calendarios, informo a la gente de la necesidad de la iglesia pero en esta zona están casi todos muy hipotecados y es complicado pedir ayuda’, señala.
Pese a ello, cree que si lograse ‘el apoyo de 100 familias que aportasen 20 euros al mes’ la parroquia podría pedir un crédito y así continuar con las obras del centro pastoral. ‘Aunque soy consciente de que se trata del cuento de la lechera y que es muy complicado, pero yo quiero continuar con la obra de esta iglesia tan necesaria’, asegura Alfredo Jorge Carrera, que lleva algo más de dos años como cura de San Paio. ‘También podemos vender alguna finca de la parroquia, pero ahora tampoco son buenos tiempos para eso y tampoco debemos deshacernos de todos’, concluye.
Este mismo mes comienzan las misas en un bajo
El párroco de San Paio recuerda que lo importante sería ‘cerrar la obra’ y que después se puede ir más despacio, a la vez que recuerda que lo hecho hasta ahora ‘es lo más costoso, con el muro pantalla de once metros y las placas’. ‘Habría que terminar de cerrar la estructura, ponerle tejado y las paredes para poder utilizar el templo, aunque no tenga el revestimiento y los suelos’, explica Alfredo Jorge, que señala que este mismo mes comenzará a dar misas en el polígono de Navia en un bajo que le han prestado.
‘Tengo muchos ánimos’, asegura el párroco, que recuerda que ahora mismo hay unas 7.000 personas en el polígono pero que pronto se superarán las 25.000 personas. ‘Hay gente de muchos lugares y de diferentes religiones’, dice Alfredo. ‘Desde hace meses, sin embargo, todos los bautizos que oficio son de niños de este barrio. La preparación del bautizo la hago en las propias casas de los padres con los padrinos, y así también conozco a la gente’, indica.
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Para colaborar con el proyecto, pueden hacerse ingresos en la cuenta de Caixanova, nº: 2080 057 1010000001017