(VaticanNews/InfoCatólica) El Tribunal Superior de Lahore revocó la pena de muerte para Shafqat Emmanuel y Shagufta Kausar, matrimonio de cristianos que fueron acusados de enviar un mensaje ofensivo para Mahoma a través de un teléfono móvil. Han estado 6 años en el corredor de la muerte.
Se les absolvió a porque los jueces Shehbaz Ali Rizvi y Tariq Saleem Sheikh del Tribunal Superior, no encontraron pruebas convincentes de las acusaciones.
En julio del 2013 fueron detenidos en Punjab bajo el cargo de enviar mensajes de texto blasfemos a los denunciantes,
En abril de 2014, un juez dictó la pena de muerte para ambos por blasfemia y les multó con 100.000 rupias cada uno. Ellos negaron los cargos. El abogado, Saiful Malook, ha declarado: «Luché una batalla legal por esta pareja inocente durante años. Estoy muy feliz de ser fundamental para salvar más vidas inocentes y demostrar el fracaso del caso contra la pareja cristiana».
Emmanuel se encuentra recluido en la cárcel del distrito de Faisalabad, mientras que su esposa está en la prisión de mujeres Multan, la única cárcel para mujeres en la provincia de Punjab. Emmanuel está confinado a una silla de ruedas debido a una lesión en la columna luego de un accidente en 2004, mientras Kausar trabajaba como cuidadora en una escuela cristiana.
El hermano de Kausar dijo a la BBC el año pasado que la pareja era inocente y que dudaba que estuvieran lo suficientemente alfabetizados como para haber escrito los mensajes ofensivos. El diputado cristiano Khalil Tahir Sandhu declaró que: "La ley debe castigar a quienes hacen acusaciones falsas".
La cuestión de Emmanuel y Kausar fue tomada por el parlamento europeo. El 29 de abril, el Parlamento Europeo adoptó una resolución sobre las controvertidas leyes contra la blasfemia de Pakistán, en particular el caso de la pareja. Señaló un fuerte aumento en los asesinatos selectivos, los casos de blasfemia, las conversiones forzadas y el discurso de odio contra las minorías religiosas, incluidos los áhmadis, los musulmanes chiítas, los hindúes, los cristianos y los sijs.
Lamentando que la apelación de Kausar y Emmanuel siguiera siendo aplazada, el Parlamento Europeo instó a «las autoridades paquistaníes a liberar a Shafqat Emmanuel y Shagufta Kausar de forma inmediata e incondicional y anular su sentencia de muerte».
Casos anteriores de condenas por blasfemia en Pakistán
Según la blasfemia de Pakistán, insultar al profeta Mahoma es un crimen punible con la muerte, mientras que la ofensa del Corán, el libro sagrado del islam, conlleva cadena perpetua.
Los cargos de blasfemia tienden a desencadenar reacciones violentas entre los radicales islámicos de Pakistán, que interfieren con el funcionamiento adecuado del sistema judicial y amenazan a los jueces. Los ataques, incluidos asesinatos y linchamientos, están dirigidos contra los acusados o quienes los defienden.
Al menos 78 personas han muerto en estos ataques desde 1990. Entre los muertos se incluyen personas acusadas de blasfemia, sus abogados, familiares, activistas de derechos y líderes religiosos.
El caso de blasfemia más famoso de Pakistán fue el de Asia Bibi, una mujer católica que fue arrestada y encarcelada en junio de 2009 por acusaciones de insultar al profeta Mahoma, cargos que ella y su familia siempre han negado. En 2010, fue condenada a muerte.
El ex gobernador de Punjab, Salman Taseer, y el ministro para las Minorías, Shahbaz Bhatti, un católico, fueron asesinados en 2011 después de que defendieron a Bibi y se pronunciaron contra su sentencia de muerte y el uso indebido de las leyes contra la blasfemia.
La Corte Suprema de Pakistán absolvió a Bibi el 31 de octubre de 2018 y ordenó su liberación, un veredicto que fue recibido con una violenta reacción de los grupos religiosos de línea dura. El 29 de enero de 2019 se rechazó una petición en la que se solicitaba un recurso contra su absolución.
Temiendo su seguridad en Pakistán, Bibi abandonó el país en mayo de 2019, después de casi una década en prisión.
Fue la primera mujer en Pakistán en ser condenada a muerte por blasfemia y habría sido la primera persona en el país en ser ejecutada por el presunto delito.
