(Zenit/InfoCatólica) Desde el comienzo de su mandato, el actual presidente de los Estados Unidos, ha promulgado órdenes ejecutivas que le conceden a las personas autodenominadas «transgénero» (nacidos biológicamente de un sexo, pero auto-percibidos del contrario), una serie de derechos como elegir a qué baño de una escuela pública acudir o el acceso a competiciones deportivas con el sexo con el que se identifican.
Solo Idaho, Arkansas y Alabama han aprobado leyes a favor de que los hombres que se perciben mujeres no puedan competir deportivamente contra éstas.
Varias organizaciones civiles se han unido y han logrado su presencia en 30 estados del país, presentando proyectos para que los hombres nacidos como tales no puedan competir contra mujeres
La Asociación Americana de la Familia (AFA) dice: «Esto es una obviedad, pero el hecho de que los estados deben aprobar tales medidas nos permiten saber que estamos tratando con radicales de género a los que no les importan los avances logrados por las niñas y las mujeres en los últimos cincuenta años».