(InfoCatólica) En un artículo publicado en Kath.net, el cardenal Walter Brandmüller explica el verdadero sentido de los términos cisma y herejía y sostiene que ambos pueden aplicarse a la situación que está viviendo la Iglesia en Alemania.
El purpurado explica que el cisma consiste en la ruptura de la comunión en la Iglesia, que generalmente se asocia a la desobediencia o falta de sujección a la autoridad del Papa, aunque en el caso del conocido como Cisma de Occidente, el problema fue la existencia de varios «papas» a la vez.
Con este cisma, que sólo se superó después de cuarenta años, se rompió la unidad jerárquica de la Iglesia, pero la unidad en la fe no se vio afectada. Así, pudo ocurrir que Santa Catalina de Siena se pusiera del lado de Urbano VI, mientras que San Vicente Ferrer se mantuviera firme con Clemente VII.
Sin embargo, en relación a lo que ocurre en Alemania, afirma
« aquí no se trata en absoluto sólo de un conflicto en cuestiones de derecho canónico, de obediencia o desobediencia al Papa y a la Curia, que con buena voluntad podría resolverse.... Más bien, en nuestro caso, están en juego cosas mucho más importantes. El conflicto «Roma-Alemania» se refiere a las verdades fundamentales de la fe basadas en la revelación divina. Por mencionar sólo los puntos más mencionados: Los obispos cuestionan incluso la indisolubilidad del matrimonio y exigen que la Iglesia reconozca el nuevo matrimonio de los divorciados. También se exige la concesión del sacramento del Orden -por el momento en el nivel más bajo del diaconado- a las mujeres. Ambas exigencias se basan en la negación de las verdades de fe, con lo que la herejía se suma al cisma. Pero con ello se abandonan los fundamentos de la fe católica, y con ello la pertenencia a la Iglesia católica.
El cardenal recalca que «es esencialmente diferente cuando un cisma está relacionado con la herejía, la falsa doctrina, o se basa en ella». Y afirma que se puede afirmar que en Alemania, ambas palabras, cisma y herejía, son una «amenaza» que puede convertirse en realidad si «se cumple el camino emprendido en Frankfurt», en la Asamblea Sinodal