(LifeNews/InfoCatólica) Los sobrevivientes de abortos siguen siendo un misterio para la mayoría. Incluso si ha estado involucrado en el movimiento provida durante décadas y ha conocido a un puñado de nosotros, seguimos siendo, en general, un enigma fuera de nuestra propia comunidad.
Esto es comprensible, ciertamente cuando se trata del público en general. Si la presunción que se perfora día tras día es cierta, que los procedimientos de aborto son «seguros», ¿qué hay para sobrevivir? Pero esto plantea la pregunta. ¿Seguro para quién?
Entonces, ¿quién es un «sobreviviente de aborto» en realidad? Algunos se han apropiado indebidamente del término. Intentan desviar el enfoque de donde pertenece —bebés que sobreviven a los mejores esfuerzos del abortista por matarlos— para referirse a las mujeres que tuvieron un aborto y sobreviven haciéndolo.
Increíblemente, algunos han llegado al extremo de comparar a una mujer que ha abortado con un sobreviviente de cáncer, con una cinta de color asociada con su «enfermedad» y el sonido de una campana cuando se completa el «tratamiento».
Las historias sobre bebés que sobreviven a los abortos nos dicen claramente (si estamos dispuestos a escuchar) que, sí, algunos niños escapan por poco con la vida intacta, quizás no con todas sus extremidades o quizás con una marca visible del intento, pero con vida.
Algunos, como yo, no tienen ninguna marca física. Nací viva hace 44 años después de que un aborto con solución salina «no logró» matarme. Lo mismo ocurre con Claire Culwell, presentadora del podcast «Called to Be Bold». Claire ha publicado un nuevo libro, «Sobreviviente: la sorprendente historia de un sobreviviente del aborto sobre cómo elegir el perdón y encontrar la redención».
La historia de Claire es notable en muchos niveles. Ella era gemela y la presencia física de su hermano ocultaba la suya. El abortista creía que su trabajo estaba «hecho» cuando mató al hermano de Claire. ¡Claire sobrevivió y finalmente fue adoptada por una familia amorosa!
En estas circunstancias, nadie está más sorprendido por un verdadero sobreviviente de aborto —el niño que vive— que los padres y el «experto» médico que no pudo succionar adecuadamente, erradicar químicamente, desmembrar o inducir y dejar morir a un niño. En un lenguaje sacado directamente de «1984» de Orwell, la pequeña sobreviviente se reduce a un aborto fallido».
Se ha realizado un esfuerzo significativo para encubrir o ignorar la existencia de sobrevivientes de abortos desde que se han realizado abortos, legales e ilegales. La Red de Sobrevivientes del Aborto, que tengo la bendición de haber fundado y ahora liderar, ha conectado a 384 sobrevivientes desde 2012, trabajando con familias enteras hacia la curación, siempre que sea posible.
Y, cuando se proporciona evidencia innegable de que existen sobrevivientes de aborto, ya sea en un mitin provida, en un artículo de noticias o durante el testimonio de un testigo experto ante el Congreso, el siguiente paso es disminuir estas vidas como una «rara excepción». Lo que se «necesita», según ellos, no es compasión y alcance, sino procedimientos de aborto a prueba de fallos.
Como muchos de nosotros recordamos, el 22 de enero de 2019, el aniversario número 46 de Roe v. Wade, el estado de Nueva York decidió aclarar que el aborto hasta el nacimiento es legal. Cuando el aborto de un niño a término requiere un parto, ¿se define el «nacimiento» como un nacimiento celebrado o no celebrado?
Cada uno de esos 384 sobrevivientes de aborto es un ser humano único, como usted. No hay más ni menos humanos ahora de lo que eran en el útero cuando fueron sometidos a la brutalidad de un intento de aborto.
¿Quién sabe qué porcentaje representan esos 384, del total de sobrevivientes de aborto? Ciertamente, esta no es una conversación en la que un padre participe libremente o que probablemente quiera compartir.
Si bien algunos sobrevivientes de aborto son criados por padres adoptivos y no conocen las circunstancias del nacimiento, otros continúan con sus padres biológicos. Otras sobrevivientes de abortos viven vidas muy difíciles.
Estamos siendo testigos del impacto generacional del aborto a través de la vida de estas sobrevivientes. Nuestra comunidad de sobrevivientes incluye mujeres que han llevado a alguien a una clínica de abortos, han trabajado en clínicas de abortos o se han sometido a abortos. Por difícil que sea de creer, muchas de nuestras sobrevivientes que han tenido abortos informan que se sintieron presionadas para abortar a su propio hijo para compensar el aborto «fallido» que resultó en que nacieran con vida.
Hay una razón por la que los legisladores a favor del aborto y la industria del aborto luchan contra la legislación para garantizar que los bebés que sobreviven a un aborto reciban el mismo trato que cualquier otro bebé que nazca a la misma edad. Un informe innovador reciente del Instituto Charlotte Lozier encontró que, en solo los últimos dos años, 33 niños en cuatro estados nacieron vivos, ¡solo para morir solos en una clínica!
Si se conociera su destino, ¿su historia habría liderado las noticias internacionales?, ¿se lanzarían las campañas Go Fund Me?, ¿camisetas hechas?, ¿representantes llamados?
Por raro que sea, cada medio de comunicación que arroja luz sobre la historia de una sobreviviente de un aborto les brinda a todos los que conocen y a todos los que nunca conocerán su historia de supervivencia el reconocimiento y la dignidad por los que cada uno ha luchado tan arduamente.
Un artículo —cualquier artículo— sobre uno de estos 33 estadounidenses que murieron a manos de personal con formación médica representa un rayo de justicia. Esa es una de las razones por las que, junto a usted, celebramos cuando los sobrevivientes se sienten lo suficientemente sanados, empoderados y llamados a compartir su historia públicamente, como lo hizo mi amiga Claire esta semana.
Hasta que sea seguro para los sobrevivientes del aborto ser ellos mismos en nuestro mundo; Hasta que las familias se sanen de la vergüenza que mantiene a muchos de ellos encerrados en silencio por un «aborto fallido», nos consolamos con pequeñas victorias.
¿Por qué? Simplemente porque la victoria de un superviviente es la victoria de todos los supervivientes. Y una victoria para todos los supervivientes es una victoria para todos nosotros, dentro y fuera de nuestro Movimiento.
Ningún ser humano debería quedar reducido a una «elección».
