(Infocatólica) El pasado me de enero, el Octavo Circuito confirmó la orden de un tribunal de primera instancia que bloqueaba la ley de Arkansas que prohíbe los abortos que se realicen únicamente en función del síndrome de Down. Ello ha llevado a la fiscal Rutledge a pedir al Tribunal Supremo que revoque dicha sentencia
«La Constitución no exige que Arkansas permita la discriminación por aborto de los estadounidenses con síndrome de Down», dijo Rutledge. «A través de mis amistades personales, sé que si bien los individuos con síndrome de Down pueden tener un cromosoma extra, también tienen amor y alegría extra que comparten incondicionalmente, y no me quedaré de brazos cruzados mientras los regalos de Dios son exterminados como se ha hecho en otros países»
En 2019, los legisladores de Arkansas aprobaron la Ley 619, la Ley de Prohibición de la Discriminación por Aborto del Síndrome de Down. Prohíbe a un profesional realizar un aborto si la mujer busca el aborto «únicamente sobre la base de» un diagnóstico de síndrome de Down o se sospecha, sin confirmar, que el niño tiene síndrome de Down.
Poco antes de que la Ley 619 entrara en vigor, la ACLU, Planned Parenthood y O'Melveny & Myers, un bufete de abogados internacional con sede en California, presentaron una demanda para bloquear esta y otras leyes. El tribunal federal de distrito de Little Rock se puso de su parte y dictaminó que la Constitución garantiza el derecho a abortar selectivamente a los niños con síndrome de Down.
El Octavo Circuito lo confirmó porque se sintió obligado por decisiones anteriores que habían interpretado erróneamente el precedente del Tribunal Supremo. Aunque el Octavo Circuito falló finalmente en contra de Arkansas, dos de los tres jueces estuvieron de acuerdo con Arkansas en que la Constitución no garantiza el derecho al aborto discriminatorio y selectivo. Estos dos jueces pidieron al Tribunal Supremo que corrigiera su precedente.
El caso se llama Rutledge v. Little Rock Family Planning Services