(InfoCatólica) Comunicado de los obispos ortodoxos de EE.UU, que por lo general pertenecen a diversas iglesias ortodoxas de otros países ya que no existe un patriarcado ni iglesia autocéfala en el país norteamericano:
Nosotros, el Comité Ejecutivo de la Asamblea de Obispos Ortodoxos Canónicos de los Estados Unidos de América, afirmamos que todos los seres humanos deben ser tratados con dignidad y respeto, ya que todos están hechos a imagen de Dios. De hecho, el principio de la igualdad humana tiene sus orígenes en el cristianismo y está consagrado en la Constitución de los Estados Unidos, que prescribe con razón que toda persona debe recibir el mismo trato ante la ley.
En consecuencia, estamos profundamente preocupados por la propuesta de «Ley de Igualdad» federal, que erosionaría la libertad religiosa tanto de los individuos como de las organizaciones, incluidas las jurisdicciones, parroquias y fieles cristianos ortodoxos. Los partidarios de esta ley, en su deseo de promover la igualdad, infringen en última instancia la libertad religiosa de los estadounidenses para vivir según su fe, un derecho protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
En todo Estados Unidos, las jurisdicciones y parroquias ortodoxas tienen ministerios, organizaciones e instalaciones a través de los cuales prestan muchos servicios beneficiosos al público. Todos estos ministerios, organizaciones e instalaciones se verían directa y negativamente afectados por la «Ley de Igualdad» tal y como está redactada. Además, la naturaleza expansiva de la Ley afectaría a las vidas y carreras de muchos miles de personas religiosas en Estados Unidos, incluidos los fieles ortodoxos. Todo esto se suma al impacto más amplio que la Ley tendría en la sociedad estadounidense, alejándola aún más de los fundamentos morales y éticos tradicionales y normativos, profundizando las dolorosas divisiones que ya existen en el país.
Como obispos cristianos ortodoxos, encargados por nuestro Salvador Jesucristo de pastorear su rebaño, seguiremos defendiendo y proclamando las enseñanzas morales de la Iglesia. Pedimos a todos los cristianos ortodoxos que se mantengan firmes en la fe ortodoxa. También hacemos un llamamiento a los líderes cívicos de nuestra nación para que defiendan, y no infrinjan, la libertad religiosa garantizada por la Carta de Derechos, y para que sigan ampliando las protecciones que ofrece la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa.