(CNA/Buhardilla/InfoCatólica) En declaraciones recogidas por la Catholic News Agency, el Arzobispo de Nueva York, monseñor Timothy Dolan, aseguró que la Iglesia Católica enfrenta, en este momento, muchos desafíos, cuatro de los cuales son: la vocación al matrimonio, el estado de las parroquias y escuelas católicas, el gran número de católicos no practicantes, y finalmente las dificultades ante una cultura que desesperadamente busca mantener a la Iglesia y a la moral fuera del ámbito público.
Hablando con CNA en Phoenix, Arizona, durante la 127º Convención Anual de los Caballeros de Colón, el arzobispo señaló que está encantado con su reciente designación como Arzobispo de Nueva York, pero esto no le impide ver que su archidiócesis de 2,6 millones de católicos, y la Iglesia misma en Estados Unidos, se enfrenta actualmente con algunos desafíos serios.
“Oh, Señor mío, hay montones de desafíos, los desafíos nunca escasean”, comenzó diciendo el arzobispo, explicando que el primer desafío para todos los católicos es el mismo que Jesús dio el Domingo de Pentecostés: “Vayan por el mundo y anuncien el Evangelio”.
Luego el arzobispo desglosó las palabras de Jesús en cuatro desafíos prácticos que la Iglesia enfrenta para anunciar el Evangelio a todos los hombres, y mencionó primero la inestabilidad del matrimonio y la familia.
“Allí es donde tenemos la verdadera crisis vocacional”, aseguró monseñor Dolan, señalando que “sólo el 50% de nuestros jóvenes católicos contraen matrimonio”.
“Tenemos una crisis en la vocación a un matrimonio que sea para toda la vida, que implique el darse por completo, con amor y fidelidad. Si nos preocupamos de esto, tendremos todos los sacerdotes y religiosas que necesitamos para la Iglesia”, dijo el arzobispo.
El segundo desafío que enfrenta la Iglesia, según el prelado, es el de “mantener y fortalecer la bendita infraestructura que tenemos en la Iglesia Católica en los Estados Unidos”. Esta infraestructura, las parroquias, escuelas, programas de educación religiosa, obras de caridad y hospitales católicos han “fortificado a la Iglesia” por “más de 200 años”. Ahora, sin embargo, estas mismas instituciones tienen que realizar grandes esfuerzos debido a sus dimensiones y costos.
La meta no es sólo mantenerlas, continuó, sino que necesitan ser fortalecidas, ya que “ahora más que nunca, la Iglesia necesita tener un rostro público”.
La Iglesia, afirma monseñor Dolan, necesita tener un buen perfil público, debido a que hay “muchas personas a las que les gustaría excluir a la Iglesia de cualquier forma de testimonio público y no podemos permitir que esto suceda”, dijo el arzobispo de Nueva York.
En cuanto al tercer desafío para la Iglesia Católica en Estados Unidos, el arzobispo neoyorkino lo describe simplemente como “entrar en contacto e invitar a nuestra gente a que vuelva a casa”.
“Me asusta sobremanera el descubrir que, en el espectro religioso de los Estados Unidos, el segundo grupo más identificable es el de las personas que dicen: ‘Solía ser católico’”.
Nosotros los obispos tenemos que hacer algo al respecto, insistió. “Tenemos que decir: ‘No, no existe el ex-católico. Tu catolicismo está, de hecho, en tu ADN. Y, te guste o no, eres engendrado en él de la misma manera que en una familia natural’”.
“Puedes decir: ‘Estoy alejado de mi familia natural, ya no pierdo más el tiempo con ellos, tengo cosas que hacer’. Pero aún sigues siendo miembro de esa familia y es muy común que, tarde o temprano, hagas las paces con ella y vuelvas a casa”, continuó.
En comparación con esto, “la Iglesia es nuestra familia sobrenatural”, explicó. “Puede ser que estés disgustado con ella, puede ser que no aparezcas para la cena del Domingo, puede haber cosas que te enfurezcan… pero aún eres un miembro”.
La Iglesia “es tu familia sobrenatural, y, ¿sabes qué?, te necesitamos y queremos que vuelvas a casa. Siempre eres bienvenido”.
El ultimo desafío que enumeró monseñor Dolan es el de confrontar “una cultura” con “muchas voces estridentes que quieren dejar fuera del ámbito público a Dios, a la moral, a la virtud y a la Iglesia”.
Explicó que estas voces son las que dicen que “la religión está bien como un pasatiempo individual… pero no nos la impongan al resto de nosotros”.
Sin la voz de la Iglesia, sostiene Dolan, “nuestro ámbito público queda reducido, como si la Iglesia no fuera parte del mismo, y lo que hace que Estados Unidos sea grande es que la religión siempre ha tenido un lugar fuerte y respetado”. Aquellos que quieren excluir la voz de la Iglesia, dijo, están involucrados en un “secularismo galopante”.
También explicó que “hay quienes tienen influencia e impacto en la sociedad y quieren quitarle fuerza a la religión; nosotros no podemos dejar que esto suceda” porque la nación, los individuos, el mundo y la cultura se pondrían peor.
“Tenemos algo que decir y, ¿saben qué?, queremos decirlo”, concluyó.