(ACIPrensa/InfoCatolica) En Colombia, la Comisión de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), invitó al pueblo a tomar como ejemplo a la Sagrada Familia de Nazareth.
Durante la celebración de la «Jornada Nacional por la Vida», que inició con una Misa Crismal a las 10 de la mañana del 25 de marzo, monseñor Juan Vicente Córdoba, presidente de la CEI, envión un mensaje titulado «La Sagrada Familia cuna de la vida», que dice:
«Como la Sagrada Familia de Nazareth, ante la cultura de la muerte que quiere imponerse en nuestro tiempo, estamos llamados a ser custodios de la vida porque, como afirmaba san Juan Pablo II, “la vida es siempre un bien” porque es un don que proviene de la misteriosa y generosa voluntad de Dios.
La Iglesia, que es Madre, nos invita a cuidar, custodiar y defender toda vida humana, desde su concepción hasta su término natural.
Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que, movidas por su fe o por solidaridad humana, con la certeza de la necesidad de hacer prevalecer el derecho fundamental y primario a la vida, desde el ámbito eclesial o civil, llevan a cabo todo tipo de iniciativas para promover con valentía creativa la cultura de la vida».
A la jornada asistieron varias mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, también algunos legisladores y autoridades que trabajan de la mano con la CEI.
Hizo un reconocimiento especial a aquellas personas que se dedican con cariño y generosidad al cuidado de los adultos mayores y los enfermos terminales.
«Agradecemos también a todas las personas e instituciones que defienden y promueven la vida en todas sus dimensiones en nuestro planeta, la casa común al servicio de todos sin discriminaciones, asumiendo el apostolado de una ecología integral en favor de toda la humanidad.
Invitó a sacerdotes, religiosos(as) y fieles laicos a mantener firme el propósito de defender la vida y a procurar siempre un mejor conocimiento de la enseñanza de la Iglesia a este respecto.
Profundicemos en los motivos que nos llevan a ser defensores de la vida; motivos que provienen en muchos casos, no solo de nuestra fe, sino también de la ley natural y de la evidencia científica. Vivamos el compromiso por la vida en nuestro día a día, ofreciendo nuestra ayuda eficaz a los que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
Acudamos a la intercesión de la Sagrada Familia de Nazareth, para que nos hagan apóstoles del Evangelio de la vida», terminó el prelado.