(AFP) «No estaba presente el día de las caricaturas», admitió la joven que fue imputada por «denuncia calumniosa» durante una audiencia el 25 de noviembre de 2020 ante un juez antiterrorista.
Diez días antes de su decapitación en octubre en manos de un refugiado checheno de 18 años, este profesor de historia y geografía dictó una clase sobre la libertad de expresión en la que mostró caricaturas del semanario satírico Charlie Hebdo. La joven, que era una de sus estudiantes en la escuela de Bois-d'Aulne, en un suburbio al noroeste de París, había contado que el docente, de 47 años, había invitado a salir de la clase a los estudiantes musulmanas antes de mostrar las caricaturas.
Basándose en el testimonio de su hija, su padre presentó una denuncia contra el profesor y lanzó una virulenta campaña en las redes sociales contra el docente con la ayuda de un activista islamista, Abdelhakim Sefrioui. Los dos hombres, acusados de «complicidad en asesinato», están en prisión preventiva.
«Mintió porque se sintió atrapada en una cadena de acontecimientos porque algunos de sus compañeros le habían pedido que fuera su portavoz», dijo a la AFP su abogado, Mbeko Tabula. «Había un verdadero malestar y ella se sintió obligada a añadir para hacer valer el mensaje», añadió. Al enterarse de las acusaciones contra el docente, un refugiado checheno radicalizado de 18 años lo decapitó el 16 de octubre, antes de ser abatido por la policía.