(Efe) En la misa prevista a las diez de la mañana del próximo miércoles día 17 en la Catedral de Zamora se impartirá la bendición sobre los cuatro puntos cardinales de la Diócesis y sacará la reliquia por la puerta norte de la seo «pidiendo a Dios por el fin de la pandemia», ha precisado el prelado zamorano en el decreto.
A esa reliquia, que según una tradición un ángel le entregó a un monje del convento de San Miguel llamado Ruperto, se le atribuyeron curaciones milagrosas de la peste en Zamora en el siglo XIV.
El próximo miércoles, coincidiendo con el inicio de la Cuaresma, también se impondrá la ceniza en otros templos de la diócesis, aunque al igual que en el resto de celebraciones religiosas de la Cuaresma y la Semana Santa, se respetarán las normas sanitarias y de distancia social establecidas por la autoridad competente.
Además, el obispo ha ordenado que todos los cultos internos, actos litúrgicos y de piedad de las distintas hermandades y cofradías de la Semana Santa zamorana se desarrollen respetando las medidas sanitarias y los aforos decretados en cada momento.
Mons. Fernando Valera ha propuesto además a los fieles zamoranos que tengan «gestos de caridad con los más necesitados» a través de Cáritas en un año de «tan graves dificultades».
También ha solicitado que se hagan «peticiones constantes» por el fin de la pandemia al Señor y a la Virgen y se tengan en cuenta en ellas a los enfermos y las personas damnificadas por la situación.
El obispo Valera ha exhortado a celebrar «con las debidas precauciones» la eucaristía, la penitencia y los demás sacramentos.
Al respecto, ha indicado en el decreto diocesano que cuando no sea posible participar en la eucaristía se pueda comulgar fuera de la misa porque los fieles «tienen derecho a recibir el Cuerpo de Cristo y de adorar al Señor presente en la Eucaristía en los modos previstos».