(CNA/InfoCatólica) Desde 1990, el SPLC ha publicado una lista anual de grupos de odio, enumerando organizaciones como el Ku Klux Klan y los neonazis. Más recientemente, sin embargo, también ha incluido organizaciones cristianas pro-vida y pro matrimonio tradicional como «grupos de odio anti-LGBTQ».
Muchos de estos grupos tienen una trayectoria respetada por buena parte de la sociedad estadounidense. Es el caso del Instituto Ruth, la Alliance Defending Freedom (ADF), el Family Research Council, etc.
«Los influyentes grupos de odio anti-LGBTQ», dice el último informe de SPLC, «se afianzaron aún más en la Casa Blanca de Trump, y la administración Trump continuó su patrón de años de nombrar jueces federales con vínculos con grupos anti-LGBTQ. El más destacado de estos nombramientos fue Amy Coney Barrett, quien se unió a la Corte Suprema el otoño pasado y tiene vínculos con Alliance Defending Freedom, que el SPLC ha designado como grupo de odio anti-LGBTQ»
Jeremy Tedesco, abogado principal de Alliance Defending Freedom, respondió que «ADF es uno de los defensores de la Corte Suprema más respetados y exitosos del país, y ha ganado 11 casos en la Corte Suprema de Estados Unidos desde 2011».
«Trabajamos para preservar las libertades fundamentales de expresión, religión y conciencia de todos los estadounidenses», dijo Tedesco a CNA. «La que una vez fue organización respetada por su defensa de los derechos civiles, el Southern Poverty Law Center, ha destruido su propia credibilidad debido a su descarada agenda partidista y su esquema de recaudación de fondos desacreditado. Se ha convertido en un grupo que ataca y difunde mentiras sobre organizaciones y personas que no están de acuerdo con su agenda de extrema izquierda».
ADF ha creado un sitio web respondiendo a las acusaciones del SPLC.
El informe más reciente del SPLC se publicó el 1 de febrero. Presenta una serie de propuestas, incluida una demanda de que «las figuras públicas involucradas en incitar y alentar a los insurrectos armados que irrumpieron en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero, destruyendo propiedades e hiriendo a decenas de oficiales, y dejando cinco personas muertas, deberían ser eliminadas permanentemente de todas las redes sociales. Además, las corporaciones deben suspender permanentemente las donaciones políticas a los miembros del Congreso y otros funcionarios electos que ayudaron a incitar el asedio violento y solicitar que se devuelvan las donaciones políticas anteriores a sus campañas».
En 2019, la reputación del SPLC como perro guardián de la injusticia y la desigualdad sufrió un gran golpe cuando el cofundador Morris Dees se vio obligado a renunciar después de serias acusaciones de racismo y misoginia.
Sin embargo, la inclusión en la «lista de grupos de odio» del SPLC todavía tiene consecuencias negativas. Por ejemplo, Amazon ha utilizado la lista para descalificar a las organizaciones sin fines de lucro del uso del programa «Amazon Smile» para recibir donaciones.
El año pasado, NBC informó como escandaloso que 14 organizaciones designadas como «grupos de odio» por el SPLC se beneficiaron del Programa de Protección de Cheques de Pago, diseñado para brindar alivio a las pequeñas empresas afectadas por los bloqueos del coronavirus.
Entre los grupos enumerados estaba el Instituto Ruth, una organización pro-vida con sede en Luisiana. Su fundadora y presidenta, la Dra. Jennifer Roback Morse, dijo que el grupo se enfrentó a una mala publicidad y un sesgo injusto del informe.
«NBC confía en el Southern Poverty Law Center para la designación de 'grupo de odio'. Esto solo significa que el Instituto Ruth es un grupo que el SPLC odia. Vaya cosa. Recaudan mucho dinero con sus tácticas de incitación al odio. En 2018, sus activos netos fueron de 500 millones de dólares», dijo Morse.
Morse dijo que «el Instituto Ruth es una organización global sin fines de lucro que lidera una coalición interreligiosa internacional para defender a la familia y construir una civilización del amor. Si luchar contra el abuso sexual, la pornografía y el divorcio nos convierte en un grupo de odio, que así sea».
Las consecuencias de la designación de «grupo de odio» también han estado presentes en actos violentos. En 2012, Floyd Lee Corkins II, empuñando una pistola de 9 mm y 50 rondas de munición, entró en el vestíbulo de la sede del Family Research Council en Washington, DC Disparó a un guardia de seguridad desarmado, que sobrevivió al ataque y tiró a Corkins al suelo. Las autoridades dijeron que las acciones del guardia de seguridad pudieron haber evitado un tiroteo masivo. Corkins, quien fue sentenciado a 25 años de prisión, confesó estar motivado por la etiqueta de «anti-gay» que el SPLC le dio a FRC.
William Boykin, vicepresidente ejecutivo del Family Research Council, dijo que el SPLC «es una máquina de difamación política que tiene poco respeto por la libertad de pensamiento y expresión».
«La organización Southern Poverty Law Center estaba relacionada en un tribunal federal con el terrorismo nacional cuando el tirador que atacó al Family Research Council en 2012 se declaró culpable del crimen y confesó que se basó en el desacreditado 'mapa de odio' del SPLC para atacar a FRC», recordó Boykin a CNA.
Boykin dijo que la organización se ha vuelto tan extrema que está perdiendo credibilidad.
«En todo el espectro político, existe una conciencia de lo que se ha convertido el SPLC: una organización completamente deshonrada que busca silenciar a sus oponentes políticos con calumnias falsas y difamatorias que ponen en peligro la vida de quienes lo atacan», dijo.
«Hemos visto a las corporaciones e incluso a los medios de comunicación volverse cada vez más escépticos ante los datos desacreditados, el mapa y sus diversas listas de SPLC», dijo Boykin. «El FBI ha eliminado los enlaces al SPLC de su página de 'recursos sobre delitos de odio' y el Pentágono se ha distanciado de los materiales del SPLC».
El SPLC se ha visto obligado a retractarse de varias de sus designaciones de grupos de odio. En 2018, se disculpó y pagó a Maajid Nawaz un acuerdo de $ 3.375 millones por incluirlo en su «Guía de campo para extremistas antimusulmanes». El SPLC se retractó de toda la guía, que también incluía a la respetada defensora de los derechos humanos y académica Ayaan Hirsi Ali.
Brian Brown, presidente de la Organización Internacional para la Familia también rechazó las clasificaciones de la lista de odio del SPLC.
«Son realmente los propios SPLC quienes están motivados por el prejuicio y la intolerancia», dijo a CNA. «No hay nada 'odioso' en creer que los niños merecen una mamá y un papá, pero es completamente odioso perseguir a las organizaciones y a las personas que apoyan esta idea».
«El SPLC debe rendir cuentas por la retórica provocadora e incendiaria que ya ha provocado al menos un tiroteo y ha pedido que rindan cuentas por las vidas y los medios de subsistencia que han destruido con sus mentiras», continuó Brown.
