(Efe/InfoCatólica) "Es imprescindible movilizar a la sociedad civil del norte y del sur para que apoyen los Objetivos de Desarrollo del Milenio", explica este decálogo, que insta a una "fuerte reforma" del sistema económico y financiero internacional.
El texto sostiene que hace falta "recuperar y fortalecer" el papel de los estados y poderes públicos "frente a un mercado superado por la crisis y un modelo de globalización sin límites".
En el decálogo se reivindica el derecho de los países en vías de desarrollo a una mayor participación en la toma de decisiones de organismos como el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio.
También se plantea un ejercicio de "transparencia" de las organizaciones de cooperación al desarrollo e instituciones públicas y privadas sobre el tipo de proyectos que se están financiando y el establecimiento de "prioridades" sobre el destino de los recursos financieros. También se demanda el compromiso de los países ricos en esta materia.
La promoción de la agricultura a pequeña escala para erradicar el hambre, "primer peldaño de la pobreza y antesala de la muerte", la educación y el fomento de la capacidad emprendedora como "motores de desarrollo" y el respeto a los recursos naturales, son otros de los puntos que desarrolla el decálogo.