(CNA/InfoCatólica) La Asamblea General de la ONU adoptó una resolución el jueves pidiendo mayores esfuerzos para proteger los sitios religiosos de los actos de terrorismo y pidiendo una conferencia mundial sobre el tema.
Bajo el título «Promoción de una cultura de paz y tolerancia para salvaguardar los sitios religiosos», la resolución pide al Secretario General Antonio Guterres que inicie una conferencia internacional para discutir los mejores medios de implementar el Plan de Acción de las Naciones Unidas para Salvaguardar los Sitios Religiosos.
«Los sitios religiosos son representativos de la historia, el tejido social y las tradiciones de las personas en todos los países y comunidades de todo el mundo y deben ser plenamente respetados como tales», dice la resolución.
La resolución destaca las crecientes amenazas a sitios de importancia cultural y espiritual por parte de terroristas y milicias, que en ocasiones han destruido propiedades religiosas y traficado artefactos ilícitamente.
También denuncia «todos los ataques contra y en lugares, lugares y santuarios religiosos... incluida cualquier destrucción deliberada de reliquias y monumentos» y condena «todos los actos o amenazas de violencia, destrucción, daño o puesta en peligro, dirigidos contra lugares religiosos como tales, que ocurren en el mundo, y denuncia cualquier movimiento para destruir o convertir por la fuerza cualquier lugar religioso».
Pide a los gobiernos que promuevan estos sitios religiosos como objetivos vulnerables y que implementen salvaguardas para protegerlos. La resolución establece que los gobiernos deben evaluar los riesgos y los objetivos potenciales, así como «garantizar que se implementen medidas integrales para la respuesta inmediata a un ataque».
Desafía a las Naciones Unidas a desarrollar «estrategias, iniciativas educativas y campañas y herramientas de comunicación global» que fomenten un mayor respeto multicultural y conciencia de los medios.
«[Invitamos] a todos los Estados Miembros a mejorar la educación y la creación de capacidad para contrarrestar la incitación a la violencia mediante la promoción de mensajes de unidad, solidaridad y diálogo interreligioso e intercultural», dijo, pidiendo la promoción de la paz y la coexistencia entre diferentes religiones y culturas.
Arabia Saudita propuso la resolución, que fue copatrocinada por naciones árabes como Egipto, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Sudán y Palestina. La resolución también fue apoyada por Estados Unidos y la Unión Europea.
«Estados Unidos se complace en sumarse a la declaración de la Unión Europea sobre esta resolución y recuerda que los derechos a la libertad de religión o creencias y la libertad de expresión se refuerzan y complementan mutuamente», dijo David Messenger, asesor de Asuntos Políticos de la ONU en los Estados Unidos, en una declaración del 21 de enero.
Sin embargo, Messenger expresó su preocupación de que la resolución exagera la condena del discurso de odio, «a veces equiparando el discurso con actos de violencia». El discurso ofensivo no es necesariamente una forma de violencia, dijo, y la resolución no debe usarse para justificar restricciones a la libertad de expresión.
«En lugar de buscar restricciones a la expresión para lidiar con la intolerancia o el discurso de odio, Estados Unidos aboga por protecciones sólidas para el discurso, así como por la aplicación de regímenes legales apropiados que se ocupen de actos discriminatorios y delitos de odio», dijo.
