(InfoCatólica) El Gobierno de España, constituido como Frente Popular, está ejecutando desde hace meses un proyecto que pretende la destrucción de un orden social fundamentado en principios y valores cristianos, asentados en la dignidad de la persona humana. Este proyecto gubernamental se enmarca dentro de un proceso que busca la consolidación de otro orden social basado en el vacío del relativismo extremo y en la revancha.
Se trata un proyecto global, de carácter esencialmente destructivo, que busca la ruptura, el enfrentamiento y la desestabilización social. Ante una situación de esta gravedad, que ya está teniendo consecuencias irreparables, el próximo viernes 22 de enero se constituirá la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, impulsada por un centenar de asociaciones y fundaciones de naturaleza y origen diverso, muchas de ellas caracterizadas por una permanente acción en la defensa de la vida durante años.
Razones y objetivos de la Asamblea
La constitución de esta Asamblea quiere mostrar el carácter unitario en las acciones y en los esfuerzos de las organizaciones implicadas en la misma, con una visión y aproximación de conjunto, para dar respuesta a la preocupación y rechazo existente entre millones de españoles a algunas de las prioridades legislativas que el Gobierno ha anunciado durante los últimos meses, en plena pandemia.
La legalización de la Eutanasia, unida al desprecio de un Plan de Cuidados Paliativos y a la perversidad cierta y más que previsible del desarrollo y aplicación de esta Ley, así como la futura ampliación de la Ley del Aborto, de la que hoy se desconoce su auténtico alcance, suponen un punto de inflexión en la actividad de todas las organizaciones que forman parte de la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad.
La Asamblea se enmarca en la obligación de colaborar y favorecer la emergencia de una nueva realidad, que dé continuidad al trabajo ejemplar de muchas asociaciones que a lo largo de estos años han defendido el valor de la vida, la libertad, y la dignidad. Una iniciativa en la que trabajan desde hace unos meses la Asociación Católica de Propagandistas, Cristianos en Democracia, la Federación Española de Asociaciones Provida, el Foro de la Familia, e-Cristians, la Fundación Villacisneros y la Federación Europea One of Us.
Como preámbulo a la constitución de la Asamblea, estas organizaciones ya impulsaron un Manifiesto en contra de la Ley de la Eutanasia, suscrito por 100 asociaciones y 100 personalidades, así como un escrito a todos los parlamentarios con motivo del inicio de la tramitación de esta Ley.
Vocación de permanencia
La Asamblea nace con vocación de permanencia, más allá del periodo de tramitación de las leyes referidas, convencida de la gravedad y la duración del proceso descrito y, sobre todo, determinada por la necesidad de una voz unitaria desde las diferentes especificidades de cada una de las organizaciones.
No se trata de la creación de una súper estructura organizada, sino de ser más eficaces y estar a la altura del desafío relativista, de producir sumas y sinergias, de dar respuesta a la concienciación necesaria de una sociedad respecto de la perversidad de un proyecto global que trata de reemplazar un orden social por otro.
Un paso relevante en la definición y puesta en marcha de una alternativa cultural
La Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad constituye un paso relevante, pero solo un paso de entre muchos en la tarea de definir y poner en marcha una alternativa cultural que necesita España, frente a una moda dominante en el poder.
El principal error a la hora de diagnosticar una crisis como la que padece España actualmente es el olvido de la pre-política, esto es, de los principios, valores, fundamentos de la crisis de la verdad, que son previos a la política: la crisis de la persona, de las instituciones más próximas a la persona, la pérdida de referencias permanentes, o el desprecio por la dimensión espiritual y religiosa de nuestra sociedad.
Por todo ello, es preciso y urgente un proyecto alternativo, global, de totalidad, que vaya conformando una alternativa cultural que haga frente a esta crisis, que sea capaz de entender primero lo que sucede, de explicarlo después, y de organizarse en consecuencia, adecuada y coordinadamente.