(ACIPrensa/Infocatólica) En una entrevista el Papa dio a conocer que recibirá la vacuna contra el coronavirus la semana que viene.
Dicha entrevista será transmitida completa el domingo 10 de enero. El Papa Francisco insistió que hay que vacunarse, en muchas personas «hay un negacionismo suicida que no consigo explicar».
«Creo que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros.
Cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomelitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna y cuando esta llegó, la daban con azúcar.
Luego crecimos a la sombra de las vacunas, contra el sarampión, contra esto, contra aquello... vacunas que se daban a los niños.
No sé por qué algunos dicen “no, la vacuna es peligrosa” pero si los médicos la presentan como algo que puede ser bueno, que no presenta riesgos particulares, ¿por qué no hacerlo?»
El director de la Dirección de Salud e Higiene de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, ya había anunciado en diciembre el inicio de la campaña de vacunación para el Vaticano.
Esperan beneficiar a los ciudadanos, los empleados y sus familiares a través de las ayudas del Fondo de Asistencia Sanitaria.
El Papa concluyó: «Pido a todos los responsables de los Estados, empresas, organismos internacionales promover la colaboración y no la competición y de buscar una solución para todos, vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta. Al primer lugar los más vulnerables y necesitados».
El aumento de las cifras de contagios y muertes por la nueva cepa del coronavirus, ha hecho que Italia reconsidere volver a la cuarentena estricta.
Vacunarse no es una obligación moral
La Congregación de la Fe, hace unos días (21-12-2020), declaró que recibir una vacuna «no es una obligación moral», aunque sea «recomendable». Y añadió que «quienes por razones de conciencia rechazan las vacunas producidas a partir de líneas celulares procedentes de fetos abortados, deben de algún modo tomar las medidas, con otros medios profilácticos y con un comportamiento adecuado, para evitar que se conviertan en vehículos de transmisión del agente infeccioso. En particular, deben evitar cualquier riesgo para la salud de quienes no pueden ser vacunados por razones médicas o de otro tipo y que los más vulnerables”