(Bles/InfoCatólica) A principios del mes de octubre, el Padre Trevor Burfitt, sacerdote de la Sociedad de San Pío X (SSPX) de California, demandó al gobernador del estado, Gavin Newsom, por prohibir los servicios religiosos en la iglesia, alegando el sufrimiento de los fieles por no poder ejercer su derecho de libertad religiosa.
El juez del Tribunal Superior de California, Gregory Pulskamp, dictaminó que terminara la restricción de inmediato y señaló como precedente el caso similar que se dio con Brooklin entre la Diócesis católica y el gobernador de dicho condado.
La Corte Suprema de Nueva York declaró lo siguiente: «Pero incluso en una pandemia, la Constitución no puede ser apartada y olvidada. Las restricciones en cuestión aquí, al impedir que muchos asistan a los servicios religiosos, atacan el corazón de la garantía de la libertad religiosa de la Primera Enmienda».
El Padre Burfitt, no ha acatado por completo las restricciones impuestas por la pandemia. En una oportunidad anterior durante el mes de octubre, la iglesia recibió dos citaciones de 500 dólares al ser descubierto un grupo de personas saliendo por la puerta trasera de la iglesia.
El abogado representante del sacerdote señaló: «Esta es una agenda de bioseguridad impulsada por productores farmacéuticos que esclavizarán a la raza humana y nos sumergirán en una pesadilla distópica, donde fuerzas apocalípticas de ignorancia y codicia gobernarán nuestras vidas y arruinarán a nuestros hijos. Nuestra esperanza es el presidente Trump. Debemos ganar para evitar que estos globalistas destrocen nuestro mundo y nos quiten todas nuestras libertades».