(InfoCatólica) En la mayor ola de odio anticatólico que ha sufrido Polonia desde que se libró de las garras del comunismo, provocada por la rabia de los defensores del aborto ante la sentencia del Tribunal Constitucional que ilegaliza el aborto de fetos con malformaciones, los últimos días han sido escenario de todo tipo de ataques vandálicos a templos y estatuas católicas por parte de grupos organizados de la izquierda antiabortista, que están recibiendo el apoyo de radicales llegados desde Alemania.
Aunque las fuerzas de seguridad están cumpliendo su papel, han sido multitud los fieles que han querido defender sus iglesias de forma física y visible. Dicho gesto ha sido agradecido y valorado por los obispos polacos en un comunicado en el que lamentan lo que está ocurriedo y recuerdan que la Iglesia siempre defenderá la vida del no nacido.
Comunicado de los obispos polacos
LLAMAMIENTO
DEL CONSEJO PERMANENTE DE LA CONFERENCIA DE OBISPOS DE POLONIA
SOBRE LA PROTECCIÓN DE LA VIDA Y LA PAZ SOCIAL
1. Hoy, mientras una ola de protestas callejeras recorre nuestro país, el Papa Francisco dirigió palabras importantes y significativas a los polacos durante la Audiencia general. En ellas, hizo referencia a san Juan Pablo II, quien «siempre llamó a un amor especial por los débiles e indefensos y por la protección de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural». Estas palabras forman parte del llamamiento constante de la Iglesia a la protección, incluida la protección legal de la vida de todo ser humano, también de los no nacidos, de acuerdo con el mandamiento «No matarás».
2. El Papa Francisco pidió a Dios «que despierte en el corazón de todos el respeto por la vida de nuestros hermanos, especialmente de los más débiles e indefensos, y que dé fuerza a quienes los acogen y cuidan, incluso cuando se requiere un amor heroico». El mandamiento del amor nos impone el importante deber de cuidar, ayudar y brindar a las madres y familias que reciben y crían niños enfermos la protección que necesitan. Agradecemos a todas las comunidades e instituciones que ya lo están haciendo esto desde hace años, y pedimos a las parroquias, movimientos católicos y otras organizaciones de la iglesia que emprendan iniciativas específicas para satisfacer a aquellos que necesitan y necesitarán ayuda, tanto individual como institucional. La Iglesia siempre defenderá la vida y apoyará las iniciativas que la protejan.
3. Observamos con gran dolor la escalada de tensión y agresión social. El lenguaje vulgar utilizado por algunos de los manifestantes, la destrucción de la propiedad social, la devastación de iglesias, la profanación de lugares sagrados o el impedimento de la liturgia también son inquietantes. Llamamos a todos a participar en un diálogo social significativo, a expresar sus puntos de vista sin recurrir a la violencia y a respetar la dignidad de cada ser humano. Pedimos a los políticos y a todos los participantes del debate social, en este momento dramático, que analicen a fondo las causas de la situación y busquen salidas, en el espíritu de la verdad y por el bien común, sin instrumentalizar lo que concierne la fe y la Iglesia.
Agradecemos a los pastores y a todos los fieles laicos que defienden valientemente sus iglesias. Nadie puede defender mejor la Iglesia y los objetos sagrados que la comunidad de los creyentes. También agradecemos a los servicios de seguridad. La Iglesia quiere permanecer abierta a todas las personas, independientemente de su afiliación social y política.
4. También estamos pasando por un momento muy difícil debido a las restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus. Este es un desafío enorme para todos nosotros. En nombre del cuidado de la seguridad y la salud, hacemos un llamamiento permanente a la solidaridad y al cumplimiento de las normativas de seguridad sanitaria. Expresamos nuestro agradecimiento a todos los agentes médicos por su labor y heroica dedicación.
5. También pedimos a todos los creyentes que ayunen, den limosna y oren por la paz social, con la intención de proteger la vida, acabar la crisis actual y poner fin a la pandemia en desarrollo. Presentaremos el texto de la oración preparado para este momento.
Bendecimos a todos nuestros compatriotas.
Los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Polonia