(Fides) El lanzamiento del programa, coincidiendo con el Día Internacional del Niño, tuvo lugar en la zona de Kipanga-ajeni, en el condado de Magarini, y fue dirigido por el p. Joseph Ngala, párroco de la Catedral de San Antonio.
El evento comenzó con una sesión de preguntas y respuestas moderada por Moses M. Mpuria, coordinador diocesano de justicia y paz de Malindi, durante la cual las niñas conversaron sobre las razones que las empujan a prácticas sexuales que conducen a embarazos precoces, y expresaron sus opiniones sobre lo que pueden hacer ellas mismas y la sociedad para abordar este problema.
La falta de necesidades básicas debido a la pobreza en la familia, la paternidad no involucrada/negligente, la presión de los compañeros, la falta de modelos a seguir, la escasa actitud para educar a las niñas y el acceso a la pornografía son algunos de los problemas mencionados por los adolescentes que conducen a relaciones y elecciones dañinas que provocan embarazos entre las adolescentes, con la consecuente deserción escolar y el matrimonio precoz. La ONG Karibuni Onlus liderada por el Sr. Gianfranco Ranieri ha renovado su asociación con la diócesis de Malindi a principios de este año, apoyando la iniciativa de respuesta diocesana al Covid-19 para ofrecer ayuda alimentaria a más de 1.000 familias afectadas por el crisis económica, provocada por la pandemia.
Además, la ONG ha iniciado una mayor colaboración con la diócesis para abordar los embarazos de adolescentes en Kilifi y una iniciativa de microcrédito a favor de las familias en dificultades.
Según la Encuesta demográfica y de salud de Kenia de 2014, los embarazos de adolescentes se han convertido en un problema muy grave en algunas áreas del oeste de Kenia y de la costa, con una de cada cuatro niñas que se quedan embarazadas temprano. Los estudios sobre los derechos de salud sexual y reproductiva de los adolescentes afirman que los embarazos en la adolescencia plantean graves peligros para la salud, traumas psicosociales y dificultades económicas para las niñas, manteniéndolas en círculos viciosos de pobreza, ya que muchas de ellas provienen de familias necesitadas.
El cierre de escuelas desde marzo después de la pandemia de Covid-19 ha provocado un aumento de los embarazos de adolescentes. El programa involucra a 500 niñas vulnerables de las aldeas más afectadas por los embarazos de adolescentes en los condados de Magarini, Malindi y Kilifi