(Asia News/Vatican.news) Las tomas de posesión de Mons. Antonio Yao Shun (1965-) de Jining (Mongolia interior), el 26 de agosto de 2019 y de Mons. Stefano Xu Hongwei (1975-) de Hanzhong (Shaanxi), el 28 agosto de 2019, no son el resultado del Acuerdo, pues ambas consagraciones se habían gestionando y acordado con las autoridades chinas antes del mismo. Obviamente tampoco se han realizado en contra del pacto entre el Vaticano y el gobierno chino.
Tornielli explica el motivo del Acuerdo
Según indica Andrea Tornielli en Vatican.news, desde el primer comunicado, publicado conjuntamente por la Santa Sede y el gobierno chino el 22 de septiembre de 2018, se especificó con claridad inmediatamente la materia propia del Acuerdo, que no se refiere directamente a las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y China, ni al estatuto jurídico de la Iglesia Católica china, ni a las relaciones entre el clero y las autoridades del país. El Acuerdo Provisional se refiere exclusivamente al proceso de nombramiento de obispos, una cuestión esencial para la vida de la Iglesia y para la comunión de los pastores de la Iglesia Católica China con el obispo de Roma y los obispos del mundo.
Por consiguiente, según Tornielli, el objetivo del Acuerdo Provisional nunca ha sido meramente diplomático y menos aún político, sino que siempre ha sido genuinamente pastoral: su finalidad es permitir que los fieles católicos tengan obispos que estén en plena comunión con el Sucesor de Pedro y que, al mismo tiempo, sean reconocidos por las autoridades de la República Popular China.
Tornielli recuerda que el Papa Francisco, en su «Mensaje a los católicos chinos y a la Iglesia Universal», en septiembre de 2018, inmediatamente después de la firma del Acuerdo Provisional, recordó que en los últimos decenios, las heridas y las divisiones en el seno de la Iglesia Católica en China se habían polarizado «sobre todo, en torno a la figura del obispo como guardián de la autenticidad de la fe y garante de la comunión eclesial». Las intervenciones de las estructuras políticas en la vida interna de las comunidades católicas habían provocado la aparición del fenómeno de las llamadas comunidades «clandestinas», que trataban de escapar al control de la política religiosa del gobierno.
El periodista italiano añade:
«Consciente de las heridas de la comunión de la Iglesia causadas por las debilidades y los errores, pero también por la indebida presión externa sobre las personas, el Papa Francisco, después de años de largas negociaciones iniciadas y llevadas a cabo por sus predecesores, restableció la plena comunión con los obispos chinos ordenados sin mandato pontificio. Una decisión tomada después de reflexionar, rezar y examinar cada situación personal. El único propósito del Acuerdo Provisional, el Pontífice dejó claro, es «sostener y promover el anuncio del Evangelio, así como el de alcanzar y mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China».
Para el director editorial del Dicasterio para la Comunicación, los dos primeros años han traído nuevos nombramientos episcopales con el acuerdo de Roma y algunos obispos fueron reconocidos oficialmente por el gobierno de Pekín. Los resultados -también a causa de la pandemia que, de hecho, ha bloqueado los contactos en los últimos meses- han sido positivos, aunque limitados, y sugieren seguir adelante con la aplicación del Acuerdo durante otro período.